miércoles, 18 de noviembre de 2020

Nuestro grupo de duelo crece



La muerte es un tema tabú, si además hablamos de muerte de un hijo el vacío, el aislamiento y la desolación pueden ser devastadoras. Es necesario que visibilicemos esta realidad tan silenciada. Los hijos también se mueren, unos estando todavía en el útero materno, otros a las pocas horas de nacer, otros en la infancia, otros en la adultez... No importa la edad gestacional o cronológica que tengan: todos son nuestros hijos.


Como cada mes, continuamos con nuestro grupo de apoyo al duelo por la muerte de un hijo, un espacio de encuentro, abierto, plural y gratuito en el que todas las familias que hayan sufrido esta experiencia tendrán cabida. Será una oportunidad para expresar y compartir nuestro dolor, nuestros sentimientos encontrados, nuestros miedos y también nuestras esperanzas. Honrar la memoria de nuestros hijos nos ayuda a vivir con paz y equilibrio nuestra vida y la de nuestra familia.

Desde 2014, estamos caminando como grupo de apoyo al duelo por la muerte de un hijo. Siempre han tenido cabida todas las familias que han vivido está situación, independientemente de la edad de los hijos. Ahora, queremos dar un paso más y crear dos espacios más específicos para poder acoger a las familias: uno para las que han perdido a bebés en la etapa gestacional o perinatal y el otro para aquellas que tienen hijos más mayores o incluso adultos. 

Así que el próximo viernes 20 de noviembre a las 17.00 p.m. tendremos una reunión para familias que han vivido la perdida de hijos mayores. En esta ocasión nuestro encuentro será a través de videoconferencia. Si te apetece participar ponte en contacto con nosotros a través de nuestros teléfonos o correo electrónico y te indicaremos como conectarnos. Te esperamos.

Con esperanza,



sábado, 14 de noviembre de 2020

Tribu de Crianza en Noviembre



Queridas familias. Como cada mes queremos invitaros a compartir con nosotras la Tribu de Crianza. Un espacio familiar para compartir emociones, dudas, cambios y expectativas sobre lactancia, crianza, maternidad / paternidad... Un lugar para empoderarnos y validar nuestros sentimientos e instintos, a través de información veraz y contrastada, tejiendo redes a partir de las experiencias compartidas.

Nuestras próximas reuniones tendrán lugar:
  • Lunes 16 de Noviembre, a las 17:00 h 
  • Viernes 27 de noviembre, a las 11:00 h 
En esta ocasión y debido a las restricciones por la Covid 19, las reuniones tendrán lugar de manera virtual a través de Google meet. El mismo día de la reunión compartiremos el   enlace de acceso a la misma.

Si os apetece compartir con nosotras vuestras experiencias sobre embarazo, parto, lactancia y crianza y conocer a otras familias afines la crianza respetuosa, podéis confirmarnos vuestra asistencia:

635 65 95 82 / 651 56 38 36


¡Os esperamos!




viernes, 13 de noviembre de 2020

Octubre 2020: mes de testimonios


El mes de octubre es un mes muy especial para todos nosotros porque se celebra el 

⭐Día Internacional del Duelo gestional y neonatal.⭐


Este año no pudimos celebrarlo presencialmente así que nos unimos a la propuesta de nuestras compañeras de viaje de Hay un Lugar, para visibilizar y concienciar juntas sobre la muerte perinatal. 💞

Una de las actividades más entrañables ha sido recoger y publicar los testimonios de muchas de las familias que han ido pasando por nuestros grupos a lo largo de todos estos años. Aquí os dejamos todas las historias qué se han recopilado a lo largo de este mes. Son prueba evidente de que el Amor es más fuerte que la muerte, es eterno. Gracias, gracias, gracias comadres por compartir un trocito de vuestro corazón.



ERAS,ERES Y SERAS MI PEQUE,MI PRECIOSA HIJA LARA

Os quiero contar nuestra historia, una historia cargada de amor, mucho amor, y es gracias por lo que estoy aquí, viviendo y disfrutando de la vida que aunque me faltes físicamente, yo sé que vives en mí. 

Después de varios años intentando ser padres, decidimos someternos a tratamientos de fertilidad, lo cual todo no es de color rosa, pero por fin tuvimos suerte y nos quedamos embarazados, os podéis imaginar la felicidad tan grande cuando te enteras que en tu cuerpo esta creciendo una criatura, un hijo, un ser tan especial que daría mi vida por la suya. No hubo ningún problema durante el embarazo, ni me importaban las fatigas matutinas, y en el parto fue tan rápido y maravilloso que fui la mujer más feliz del mundo. 

Ahora hace 5 años que naciste, el día 3 octubre y pesaste 2600,eras pequeñita y muy bonita, eras perfecta!!!

A los 13 días de vida, ahí empezó nuestro camino más oscuro que pude imaginar, aquella noche no querías alimentarte de mi, te quedabas dormida y yo intentando darte el pecho sin éxito, me preguntaba que pasaba? con lo bien que comías, cogiste peso a los días de nacer, normalmente se pierde peso pero Lara era especial (y lo sigue siendo).

Por la mañana muy temprano la llevé al materno y me la ven muy rápido y me dicen que tienen que ingresarla, parecía bronquiolitis. 

No quiero dar tantos detalles de estos días en el hospital porque no lo recuerdo muy bien, será que mi mente ha borrado lo más doloroso de mi vida. Nos dicen que mi hija tiene tosferina y está muy malita; los profesionales que trabajan en la uci(se portaron maravillosamente) hicieron todo lo que tenían en sus manos para salvarla, pero por desgracia no pudo resistir y con solo 18 días falleció.

Son momentos muy duros, el no saber porqué, será un sueño? Por qué a mi hija? Por qué no me había dado cuenta? Muchas preguntas sin respuestas y lo peor el sentimiento de culpa. La verdad que no tenía ningún síntoma de fiebre, tos, asfixia…sólo dejó de comer.

Ahora con el paso de los años he aprendido que hay vidas largas, medias, cortas y vidas que no llegan a nacer pero todas son vidas y hay que contarlas y nunca olvidarlas porque son parte nuestra y forman parte de nuestra familia.

Con la ayuda de mi querida Carmen, su marido Jose y mi prima Paloma de la asociación(La Luciérnaga, con luz propia) pude volver a la vida, renacer, no al 100% pero vivir y disfrutar de las pequeñas y grandes cosas que nos brinda la vida, pues la vida te regala momentos únicos, LARA me hizo madre, con ella aprendí el verdadero significado de la palabra AMOR, gracias a ella soy la madre que soy, fuerte y sobre todo una madre que adora a sus hijas; LARA, IRIS Y EMMA.

Quiero animar a todas las familias que han pasado o están pasando por esta situación que no lo oculten, perder a un hijo es lo más doloroso del mundo, y por eso hay que dejarse ayudar y sobre todo hablar de nuestros hijos y nunca olvidarnos, siempre estarán en nuestros corazones.

Este camino es muy duro, pero al final se ve la luz en este largo túnel, un gran abrazo a tod@s los papis y mamis que hayan perdido a sus hijos, os mando todo mi cariño y seguro que cambiaremos nuestro dolor en amor.

Dar las gracias a mi marido por estar siempre a mi lado, a mis padres, mi cuñada, mi hermano, mi prima gema, tía isa, tito Carlos, mi familia y amigos por ayudarme a recuperarme.


BESOS AL CIELO.



El día 5 de diciembre de 2001 como por arte de magia, a las 24 semanas de gestación me puse de parto. Estaba embarazada de dos niños muy amados desde el primer día; Adrián y Alejandro. 

Todo empezó con la rotura de una bolsa y mucho sangrado. Urgencias, ambulancia, qué está pasando? No ha llegado el momento. Se salvarán? le preguntaba al celador que corría conmigo en la camilla por unos pasillos que parecían interminables a la vez que la contracciones se hacían más dolorosas y frecuentes. 

Doctora: qué pasa? Estás de parto. No, es muy pronto. Paritorio, mucha gente a mi alrededor... Ha dilatado poco pero son pequeños. Están vivos. Gracias a Dios. Otro empujón que sale. No llora mi hijo qué pasa? Dice el pediatra que está vivo.. No hay nada que hacer, sus pulmones no responden. Ha muerto. Noooooo. Ya viene el otro. Lo mismo. Noooooo. 

Se los llevan. Entonces, en aquel hospital no te los dejaban. 

Tuve suerte, la matrona me dijo que si quería verlos para que aquello no quedara como un sueño. Los ví, eran unos muñecos perfectos. Blanquitos, formados, con pelo... Dios mío que bellos son. No me los dio, me estaban cosiendo. 

Desde entonces tengo un gran vacío. Quizás si los hubiera podido abrazar. Son mis hijos del corazón. Siempre están y estarán ahí. Después el entierro. Una cajita portada por papá y otra por el abuelo... 

Al año siguiente di a luz a un niño perfectamente sano después de un durísimo embarazo y parto. Ha crecido con la idea de sus hermanos vivos en nuestros corazones.

Aunque nuestras historias siempre son tristes, aunque parece que nunca se va a superar... Se aprende a vivir porque ellos están ahí, en nuestro corazón y en nuestra vida. Nos dan fuerza para seguir. 

Desde aquí mandar mucha fuerza a todas esas personas que les pasa lo mismo. Nunca los vamos a olvidar pero sí vamos a vivir por ellos. 

Una madre agradecida por haber tenido tres hijos; Adrián, Alejandro y Cristian

Mili




Mi segunda historia de amor ❤️

Hola a todos. Soy Paloma, mamá de tres preciosos hijos junto a Jorge mi marido, quiero compartir con vosotros la historia de Sofía mi segunda hija tan deseada y buscada como los otros dos, Adriana, mi mayor de 13 años y Lucas, el pequeño de 6 y en medio está ella. Ahora tendría 8 años, digo tendría porque murió en mi vientre el día 9 de julio del 2012 .

Todo empezó cuando su hermana tenía 3 años, después de mucho buscarla naturalmente y al no conseguirlo buscamos ayuda. Primero fueron varios intentos de inseminación y después un siglo de reproducción asistida por el que ella llegó a nuestras vidas.

Todo era prefecto, ¡por fin estábamos embarazados! Todo fue perfecto hasta la semana 34 en la que empecé a sentir picores en palmas de manos y plantas de pies. Fui a mi médico de cabecera que me recetó unas pastillas para la circulación, pero yo no estaba muy conforme y en la semana 35 persistían los picores. Decidimos ir al hospital Costa del Sol, me diacnosticaron una colestasis intraepática provocada por el embarazo. Desde el primer momento iban a provocarme el parto. Ella estaba bien, ya pesaba dos kilos y medio. Recuerdo que lloré pensando en lo pequeña que era y en que me iban a inducir su nacimiento. El miedo se apoderó de mí, mi mayor nació de parto natural en la semana 41 + 2 . Después de control eco analíticas y tratamiento decidieron dejarme ingresada, cuatro días después me mandaron a casa con control semanal. La primera semana en el mismo hospital a la siguiente en el care de Mijas, dos días antes analíticas justo en la semana 36 , 6 fui a visita de ginecología y allí la ginecóloga que me vio me preguntó "tú cómo estás" yo bien le dije y ella me dijo "no estás bien, te sigues rascando te vas a ir para Marbella, te van a repetir analíticas y probablemente te provoquen el parto". Y así fue, fui al hospital las analíticas estaban subiendo pero ella estaba bien en la ecografía ,no me pusieron monitores y me mandaron de vuelta a casa. Fue un viernes, el sábado comencé a expulsar el tapón mucoso. Esa misma mañana de sábado estaba junto a su hermana sintiéndola como se movía dentro de mi barriga. El domingo, después de un día movido empecé a tener contracciones por la tarde, me estaba poniendo de parto. Dejamos todo listo y sobre las 9 íbamos camino al hospital. Recuerdo que en coche le dije a su padre "menos mal que ella solita quiere nacer". Al llegar allí después del control fuimos a monitores y allí todo cambió. La matrona no encontraba el latido. Recuerdo que pregunté "¿algo va mal?" y ella me dijo "no, a lo mejor es el ecógrafo" y se fue de allí. Nos llevaron a una consulta dónde me hicieron un eco ya allí había más gente, varias ginecólogas y matronas. Me preguntaron "¿desde cuándo no la sientes?" y acto seguido las temibles palabras de "no hay latido" yo dije "no puedes decirme esto". Ella me respondió "¿qué quieres que te diga?". Todo fue horrible, confuso, me negué a parir, quería una cesárea pero hablaron conmigo y me expusieron los riesgos y allí pensé en mi pequeña que nos esperaba en casa. Después vino el paritorio su parto en silencio roto solo por mí llanto doloroso, triste acompañada por mi marido y por Bianca su matrona que también estuvo en el parto de mi mayor, pero ella iba como aprendiendo y en esta ocasión fue toda mi ayuda, mi ángel venía en silencio y ella la recibió junto a su padre. Yo no quise verla, cerré los ojos, después de un parto duro nació a las dos de la madrugada. Siento tanto no haberla recibido en mis brazos como recibí a sus hermanos. No haberle dado mi calor, mi amor, mis besos y abrazos que tenía preparados para ella, pero no supe. Tenía miedo, dolor de no aguantar el tener que separarme de ella, la deje ir, se la llevaron . Su padre fue a verla y volvió me dijo que la viese y asentí. Me la trajeron vestida, era hermosa. Tenía el pelo negro y los labios rojos. Su cara era redondita. Y estaba como dormida, hubiese muerto con ella pero tenía motivos para vivir, su hermana me esperaba. La besé, la acaricié, y me despedí de ella. Fue corto, no supe lo que hacía ni decidí cuando terminó, fue mi marido. por qué yo estaba rota, ausente, como vacía, la vida me la había arrebatado sin poder conocerla. Después de aquella noche tengo algunas lagunas fueron todo trámites y negación de la realidad , unas horas eternas asta el día siguiente en el que regrese a casa donde me esperaba mi otro trocito de vida de una vida que se había parado para mí , pero que continuaba para todo el mundo ! 

Después de este día fue muy duro todo durante mucho tiempo con ayuda , incluso cuando logré de nuevo quedarme embarazada y tener a mi arcoiris , asta que encontré La luciérnaga con luz propia ,grupo de apoyo al duelo allí encontré apoyo de otras familias que habían pasado por lo mismo vi luz en todas mis tinieblas y fui sanando mi duelo pues hay esperanza porque se puede transformar todo ese dolor en amor.

Quería terminar diciendo que pese a lo sucedido yo volvería a pasar por todo lo vivido porque mi Sofía me enseñó a ser más valiente y a vivir intensamente no solo por mí sino por ella ❤️




A ti mi hermano…

Durante mi niñez siempre has estado presente, gracias a papá y mamá, que nos contaban como naciste y como al poco se perdió tu llanto. No había lágrimas, solo cierto silencio el día de tu cumpleaños. Un silencio que expresaba cuanto te echábamos de menos. 

Como hermana siempre te he querido, de eso se encargaban también papá y mamá, ya que ni siquiera viví tu embarazo, soy seis años más pequeña que tú, pero ellos lo han hecho tan bien…

Tu embarazo fue un embarazo sin complicaciones, todo estaba bien, nuestro hermano mayor aún tenía un año cuando mamá se quedó embarazada, tenían muchas ganas de aumentar la familia. Y llegó el día de tu nacimiento, pero algo salió mal, sufriste durante el parto, quien lo iba a decir, hijo de matrona, ¿más vigilado que tú quién iba a estar?, pero sucedió lo indeseable, un contratiempo que no se puede prever y del que nadie está libre. Naciste y te tuvieron en brazos, conociste a la familia y en breve empezó la pesadilla de la que mamá y papá hubiesen querido despertar. Dejaste de respirar con normalidad y a las cinco horas de tu nacimiento callaste para siempre.

No entendía bien que había pasado y cada año le pedía a mamá que me lo explicase. Qué duro tenía que ser para ella revivirlo, pero ella sabía que cada vez que nos lo contaba y nos hablaba de ti, aumentaba el amor que ya te teníamos, y hacía que en cierto modo estuvieses vivo.

El pasado 28 de septiembre cumpliste 51 años, y seguirás cumpliendo años porque siempre vivirás en cada uno de nosotros querido hermano…

Cuánta suerte tenemos, y es que cada día es más visible el duelo perinatal, pero cuando naciste aún existía esa absurda creencia de que había que olvidar para superar, olvidar para vivir, olvidar para no sufrir… Y no querido hermano, papá y mamá jamás te olvidaron, pero no estés triste, porque ellos no lo están y todos te recordamos como el ángel que nos cuida día a día.

A ti querido hermano te doy las gracias por enseñarme a amar en la distancia, por educarme en la comprensión de aquellos que están en el camino no elegido del duelo, y por ayudarme cuando fui madre con los brazos vacíos.

Tu hermana pequeña, Isa.




Mi nombre es Stephanie y esta es mi historia.

Recuerdo que volví del trabajo pensando que había tenido un muy buen día de trabajo que había sido un día de provecho estaba haciendo la cena y discuti con christopher por que le hablaba y no me miraba a la cara , después de cenar.

Recuerdo que me sentí muy cansada de golpe y me acosté en el regazo de mi marido,y fui a acomodarme la braguita y al sacar la mano vi mucha sangre y en ese mismo instante entre en shock. Anteriormente había sufrido un aborto y entre en un bucle en un dejavu.... lo supe.

Recuerdo correr en el pasillo chillando no otra vez no dios mío a mi no... recuerdo que me lavé y enseguida apareció mi tía yo temblaba tanto que no era capaz de ni dar un peso delante del otro recuerdo que pensé tengo que llamar a urgencias que me vea la ginecóloga ya de camino marcaba y marcaba. 

Cuando llegue me estaban esperando la ginecóloga me vio y me dijo tranquila no veo de donde viene la sangre te vamos a dejar aquí el bebé está bien eso fue el 19 de febrero y os puedo asegurar que empezó el momento más duro de toda mi vida. 

A la mañana siguiente empezamos con la bolsa esta fisurada, el bebé está bien, yo y mis dudas.... pues que la cosan no?.... nadie te explica nada... reposo no te muevas para nada.... 4 de la mañana hemorragia.... tranquila el bebé está bien... al día siguiente todo sigue igual no vemos por donde sale la sangre... al día siguiente el bebé está sin líquido.... sigo sin entender nada.... bueno y eso se llena?.... nadie me dice nada. 

Al tercer día me dicen que me levante a ducharme.... alguien entiende algo?....no no me puedo mover me an dicho que ni para orinar... no ,tienes que moverte... no disculpe usted yo no me voy a mover... me hacen otra eco .... tienes que tomar una decisión tu bebé está sin líquido, pero vamos a ver esta vivo? Si si está vivo pero no tiene viabilidad es muy pequeño y no tiene líquido, me enfado y quiero otra opinión, vienen varios ginecólogos y me dicen que el bebé está bien pero que sin líquido no hay nada que hacer que el bebé puede nacer con hidrocefalia,ciego, sordo y con malformaciones, y que claro mi vida corre peligro. 

Tienes que tomar una decisión, analíticas a diario,mientras no tengas infección podemos esperar,yo empiezo a tener crisis de pánico y a verme morir en vida por que lo siento en mi barriga y me digo esta gente se están equivocando esto no puede ser verdad mi niña está bien, empiezo a creer que tengo revelaciones, me levanto de la cama me visto y le pido a dios si tiene que irse quitamela tu... que se le pare el corazón no me hagas tener que tomar yo esa decisión y me digo stephanie que sea su voluntad y no la tuya.

Y le digo a mi marido que el estaba atónito vamos que le e pedido a dios.... el el pobre creo que pensó que se me había ido la cabeza pero el pobre me aconpaño recuerdo que camine una cuesta arriba y camine bastante esperando que algo sucediera,pero nada sucedió.... a la mañana siguiente todo seguía igual y fue como dios me la va a dejar, así que me arme de valor y dige no.... yo aquí aguanto el tirón... mi madre muerta del miedo por que yo tengo 2 hijos más me decía stephanie no hagas esto te puedes morir el médico me a dicho que esto es muy peligroso para ti que te la estás jugando demasiado eres muy joven mi vida tendrás más hijos.... la ilusión de mi vida era tener una hija y no me hacía a la idea que yo la fuera a matar.... no me veía en esas yo no. 

A mi hija no y si me tengo que morir pues me muero con ella esa fue mi frase la que le dije a mi madre y le dije a mi marido yo lo siento pero yo no puedo hacer esto ella está dentro de mi yo la siento y yo no puedo , mi primo tenía una novia ginecóloga la mande a buscar y le dige dime la verdad mi hija tiene posibilidad y me dijo stephanie no te voy a mentir esto pinta muy mal mientras las analíticas estén limpias bueno.... pero si la analítica sale algo hay que provocarle el parto la niña es pequeña y no tiene los pulmones desarrollados y no tenemos tiempo para que maduren es demasiado pronto y para eso ella necesita el líquido que has perdido. yo le pedía a dios ... le prometí el oro y el moro mejor dicho le dije me hare la madre de las practicantes tu seguidora hasta el fin de mis días si me dejas a esta niña y a la mañana siguiente hemorragia ,no me lo podía creer a mi.... que soy buena hija,buena madre,buena persona, trabajadora. Dios por qué ami que te e hecho yo para merecer tal castigo.... tiene latido mi bebé está bien? 

Tiene latido ,pero no esta bien ya le vemos que esta apretado no tiene líquido para moverse stephanie esta sufriendo,y eso me partió el Alma le dige vale si, provocarme el parto cuando me dicen bueno esto no funciona así, tienes que ir a Sevilla a que le paren el corazón aquí no estamos autorizados a este tipo de intervenciones... y ay fue cuando de verdad tuve la revelación,le dige omar vámonos para la casa y me dijo ese señor.... no no de la casa nada tu analítica no está bien tenemos que sacarla lo antes posible o te vas a morir y le dige sabe usted.... yo me voy a mi casa con mi madre y con mis hijos y si me tengo que morir me muero.

Mi marido el que casi se muere fue el ,por que me vio tan decidida que me decía tenemos otro bebé que criar no stephanie no hagas esto . La cuestión es que ese hombre se fue y volvió al momento y me dijo venga te vamos a trasladar al costa del sol te están esperando .

Llegue me volvieron a repetir todas las pruebas casualmente la matrona que estaba allí era una vecina del barrio ,cuando se dio cuenta que era yo lloraba con migo. cuando yo entré llantos lloraba diciéndole a dios como me das una hija lo que yo tanto te e pedido y me la robas así sin más. Y de repente se hace el silencio y escucho a la doctora..... esto no es una niña stephanie se me cortó el llanto en seco ,dige como dice?y me dice hombre yo se que la pena y el dolor es el mismo pero yo te escucho, mi niña ,mi niña y esto no es una niña yo que me quedo mirando a mi marido y le digo eso es imposible me he hecho la prueba de los síndromes y me digeron que era niña y me gira el monitor y me dijo pues míralo para que tu lo veas y bueno allí me quede yo pegada en la pantalla y creo que por mi estado de shock no comprendía nada, me dige estas soñando, mi cabeza entro en un estado de esto no es verdad esto no está pasando me pusieron medicación me puse de parto y recuerdo que lloraba y lloraba y entre contracción y contracción se me vino un estornudo y lo sentí.... estaba saliendo chille y en mitad del pasillo le gritaba llamar a alguien que se me sale y ay estaba la cosa más perfecta que mis ojos habían visto, esa nariz dibujada esos labios,la perfección echa bebé no me lo podía creer era un bebé precioso y era mío lo miraba y era la sensación de esta dormido ,cuando el peso de la realidad me callo encima , una señora se lo quiso llevar y me dijo que no me lo podía quedar ,que tenían que estudiarlo y ver que había ocurrido, yo veía mi obra de arte y pensé estudiar?que me esta contando esta señora?y me refugie en mi marido y le dige que no se que me dice esta señora.... cuando la escucho decir detrás de la cortina que cuando son así de pequeños les pertenece al hospital que los estudian y ay fue cuando entré en pánico.

Él es mío y no lo voy a soltar dame mi teléfono omar que quiero llamar a mi seguro este niño es mío y me lo voy a llevar.... la señora tratando de explicarme que no.... que no podía yo histérica y agresiva y con mi bebé en brazos y hablando por teléfono con mi aseguradora ,la teleoperadora me dijo pasarle usted el teléfono a la enfermera y bueno después no recuerdo muy bien lo que pasó... solo que me encontré en una habitación donde escuchaba a bebes llorando y donde apareció un señor preguntándome si quería entierro o incinerar lo.

Yo solo quería volver a casa con mi bebé, no podía ni mantenerme en pie de la pena tan grande que sentía ,mi marido me dijo stephanie que hacemos y le dige quiero irme a casa y quiero a mi bebe y me dijo sin problemas aquí se hace lo que usted quiera y a los 2 días ese hombre llego a mi casa con una urna y me dijo aquí tiene usted a su hijo.

A mi no me a llegado el valor que necesito para enterrarlo o darle un sitio donde ir a llorar le y aún sigue con migo keith nació en 4 de marzo 2019.



A ti me dirijo, Ignacio.

A ti que no llegué a verte porque me durmieron y cuando desperté ya te teníadn en la cajita donde te enterraron con algodoncitos.

Tu abuelo cuando me traía de la clínica donde naciste, yo lloraba y me dijo: 

-¿Por qué lloras?

Yo le dije: 

-Porque no llevo nada entre las manos...

Y no me dijo nada más... o yo no me acuerdo, porque esto pasó hace cerca de 50 años.

Te imagino en el cielo jugando con tu sobrina Olalla. 💚💚

Pedid por nosotros. 🙏✨




Daniel, mi niño del amanecer.

El 29 de abril de 2012 mi esposo y yo comprobamos con gozo que yo estaba embarazada, sería nuestro segundo hijito/a. Al primero que hicimos partícipe de esta buena noticia fue a nuestro hijo Pablo, que ahora se convertía en hermano mayor. 

El embarazo fue un tiempo hermoso personalmente, como pareja y en familia. Estábamos llenos de alegría por tener otro hijo, además ilusionados de tenerlo en otro país, Perú. Superé la nostalgia de la tierra, de la familia y los amigos que sentimos los extranjeros cuando vivimos momentos tan trascendentes lejos del hogar. Me preparé, nos preparamos, y nos rodeamos aquí de gente maravillosa que nos acompañó.

Encontramos un equipo de profesionales que trabajaban para hacer partos respetados. Ellas me hicieron todo el seguimiento de mi embarazo. Como todo transcurrió sin ningún problema decidimos parir en casa. 

A las 39 semanas y dos días de gestación me puse de parto. El día 22 de diciembre por la mañanita eché el tapón mucoso. Estábamos serenos y felices. El día anterior el ginecólogo me había hecho una ecografía y nos había dicho que estaba todo bien. Avisamos a nuestras familias y amigos de España que encendieron sus velitas para acompañarnos. Llamamos a la matrona para que estuviera preparada y avisara al resto del equipo, una médico y dos doulas. Pasamos el día tranquilos, preparamos las cosas que necesitábamos para el parto en casa, bailamos, nos tomamos fotos… que poco quedaba ya para que Daniel naciera y estuviéramos los cuatro juntos, de otra manera… Jose, mi esposo, preparó un rico puchero, con hueso de jamón que nos había mandado mi madre, así nos sentiríamos un poco más cerquita de nuestra tierra. 

Habíamos preparado a Pablo en el caso de que estuviera despierto durante el parto.

Almorzamos juntos y después Pablo se quedó dormido. Jose y yo pasamos la tarde tranquilos, las contracciones cada vez eran más fuertecitas y seguidas. Avisamos a la matrona y todo el equipo llegó a las 11 de la noche. Pablo se despertó a esa hora. Jose le dio de cenar con ayuda de las doulas. Me exploró la matrona y estaba ya de 5 cm de dilatación. 

Estábamos en mi habitación, rodeada de mi música y bajo la luz de las velas que me habían mandado desde España mis queridas mujeres, madres y hermanas del corazón. 

Mi esposo me susurraba al oído, me acariciaba y me daba masajes. Yo iba cambiando de postura y recordaba eso que me habían dicho para mi primer parto: “cada contracción una menos para verte”. Pablo terminó de cenar y también se vino a la habitación a acompañarnos, me daba besitos y me acariciaba. A las 2 y 14 de la madrugada del día 23 de diciembre de 2012 nació mi pequeño Daniel. Lo recibió su padre y me lo pasó a mi, lloró un poquito. Tenía sus ojos abiertos, eran color de cielo. Me lo pusieron al pecho. Al poco empezó a mamar en mi pecho izquierdo. Pablo que estaba a mi otro lado mamó también un poquito del derecho. Qué felicidad más grande, mis dos hijos en mi pecho, bajo mi regazo. 

Daniel siguió en mi pecho. Pablo cortó el cordón umbilical en un gesto que llenó el ambiente de más ternura aún y que nuestro hijo no olvidará nunca. Alumbré la placenta sin dificultad. Daniel se había quedado dormido. A las 4 de la mañana la matrona, que había estado cosiéndome los puntos, lo notó demasiado quieto. Cogió a Daniel y lo vio raro, demasiado dormido. La matrona, junto a la doctora, lo auscultaron, parecía que su corazón no latía… Empezaron a reanimarlo. Avisaron a mi esposo que estaba en el salón llamando a nuestras familias de España diciéndoles que todo estaba bien. Jose también ayudó en la reanimación. Yo no paraba de rezar. Después de una media hora de reanimación, no se pudo hacer nada más. Estaban saliendo los primeros rayos de sol, mi esposo me cogió de la mano con nuestro hijo Daniel en brazos y empezó a rezar: “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”…

En ese momento no pude llorar, mi cuerpo tenía demasiadas endorfinas… Solo me decía a mí misma que la muerte no podía tener la última palabra y que el AMOR era más fuerte.

Después vino la locura de tener que tomar decisiones tan duras sobre cómo y dónde enterrar a nuestro hijo y fueron muchos los horribles trámites que tuvimos que hacer. En todo ese huracán recuerdo como un bálsamo en mi alma rota, el grito de desgarro y de dolor de mi madre cuando la llamé por teléfono para decirle la noticia. Ella expresó, le puso voz, a mi dolor. También guardo como tesoro en mi corazón las palabras y la cercanía de Isabel, la que iba a ser, la que realmente es, la madrina de mi hijito Daniel. Ella a pesar del desconcierto tan grande se tumbó a mi lado en la cama y me dijo: “cuéntame tu parto”. Me ayudó a conectarme con la grandeza y el milagro de la VIDA.

No me quise cortar la leche porque para mi significaba negar lo que había pasado: yo había parido… Además, mi hijo mayor Pablo seguía tomando pecho, no le iba a quitar el pecho de esa forma tan traumática. Pablo mamaba y me aliviaba, pero él no podía hacerse cargo de tanta leche. Con mucho dolor, sobre todo en el alma, me tenía que levantar por las noches para vaciarme un poco los pechos. Fueron momentos muy duros, muy dolorosos, pero poco a poco fueron pasando los días lentamente.

Con el paso del tiempo, el mucho dolor que hemos vivido se está transformando poco a poco en paz. Su lugar nunca nadie lo podrá ocupar y mi amor por Daniel, mi niño del amanecer crece cada día. Poco a poco vamos aprendiendo a dejarnos querer también por Daniel, que en la “otra orilla” nos espera. Como me dijo una querida amiga, nuestra maternidad es una “maternidad diferente”. Nuestros niños del agua y del amanecer, en su corta vida, nos traen un mensaje de amor y esperanza y son un puente entre el mundo visible y el invisible, entre el cielo y la tierra. Desde la “otra orilla” nos susurran, nos hablan al corazón…, ojalá nunca dejemos de escuchar su voz.

Carmen Mª Martín Cortés

Arequipa, 4 de junio de 2013







23 de diciembre de 2017, era la décima vez que ingresábamos por neumonía,

Después de pasar unas horas en urgencias y pasarnos a la habitación,

Las palabras de la doctora fueron... No podemos hacer nada más por su hijo, 

llámenos cuando su hijo deje respirar...

Entramos en tal estado de shock que desde ese momento morimos en vida.

Tomás desarrollo una enfermedad en el vientre que no fue detectada, una enfermedad rara, en la que pasamos 14 meses de médico en médico, intentando darle una buena calidad de vida y luchando por saber que le pasaba.

Una enfermedad degenerativa, la cual se lo llevo con tan solo 14 meses.

Estando en vida ya pasamos un duelo, en el que sabíamos que Tomás seria un bebe especial, con muchísimos cuidados, muy delicado y con una vida totalmente diferente a la de cualquier bebe sano.

Me sentí enloquecer, sentir que nadie me entendía, nadie sabe cómo acercarse a una madre que está en duelo. Incluso piensas que no se quieren acercar y hablarte de lo que está pasando por que te vayas a sentir peor,

Vivir la muerte de un hijo es lo peor, no hay palabras para explicarlo y tampoco para superarlo.

Dejas de ser la persona que eras y nunca vuelves a ser la misma, intentas aprender a convivir con ello, que con el paso del tiempo terminas por aprender a sobrellevarlo lo mejor que puedes, aunque siempre hay días buenos y días malos.

Hoy mi pequeño cumple 4 añitos, y digo cumple porque Tomás está presente en nuestras vidas, porque vive en mi, las 24 horas, y porque lo pienso y siento cerca.

Hablar de él, nombrarlo y tenerlo presente me ayuda en el día a día.

Victoria su hermana mayor de 9 años y Lola la pequeña de 10 meses, 

Mis tres hijos, los que me empujan a seguir adelante.

Gracias a todos los que hacéis posible hacer visible nuestros testimonios, y tener presente a nuestros bebés.

Animo a las familias que han perdido a su bebé a que lo cuenten, a hablar del tema cada vez que les apetezca, nombrar a su hijo tantas veces quieran, el silencio no nos ayuda.

La Mamá de Tomás💜.





Hola os presento a mi hermosa Clhoe,mi 💫 fugaz. 

Eran los años 2018 marzo,nos enteramos q volvíamos a ser padres por tercera vez,la felicidad nos invadía,nuestras hijas emocionadas al saber q iba a nacer nuestra pequeña. Todo iba perfecto hasta q en la semana 12 nos dicen q tenía un hematoma pero q todo transcurría normal,un embarazo muy lindo,con las náuseas matinales y ya fenomenal en todo el día.

Los médicos al ver el hematoma dijeron q eso normalmente se absorben y ya,el día 30 de septiembre me resbale en casa,me asusté mucho e inmediatamente nos fuimos al hospital para q nos revisaran pero la doctora con poca empatía me hizo sentir como q para q voy si no e roto nada,sino hay sangre,etc..sentía molestias pero todo lo q dijo q era normal por q me había caído.

Pasaron los días y empezaron las molestias pero como tenía revisión el 14 de octubre en el centro de salud dije esperaré porq todo es por la caída q se me iba a pasar,y así fue pasaron y yo me quedé más tranquila. El día e la revisión en el centro de salud,no se si fue cosa de el destino mi médico de cabecera q a la vez era mi matrón no estaba se había ido de vacaciones dije no no puede ser q no esté,con tanto q le iba a contar. Pero claro dije si no está el está otra persona y le comentaré lo q me pasó la caída,ella la q estaba ahí también no dio importancia entonces dije habrá q confiar ellos son los q saben(pensé eso en mi mente),entonces de las dos q estaban en la consulta una va se acerca me dice recuestese q le vamos a escuchar el corazón a su bebé,en lo q está revisando dice en voz alta se escucha muy bajo dijo ella,la otra le dijo no es q en esta etapa se mueven mucho,espera q lo hago yo,viene la otra en dos segundos si aquí está se mueve mucho es normal,y dice listo bájate con cuidado,me explica q tenía más analíticas etc...,y así paso la revisión,yo salí desconforme pero consciente q a veces nosotras también no dejamos hacer bien su trabajo,pero digo a veces es mejor (preguntar mucho,ahora después digo porque). Bueno para esto antes del 14 había ido dos veces a urgencias por la caída y todo bien.

A partir de ese día todo va distinto,como q algo dentro de mi intentaba decirme q algo no andaba bien,pero nunca, nunca una madre pensará lo q nos pasó,bueno intento hacerlo en resumen porq mi corazón se me parte,an pasado dos años y siento como si fuera ayer.

Sobre el 25 las molestias era más intensas pero la soportaba,en realidad no sabía lo q son contracciones porq mis hijas habían nacido por cesárea. Intenso sin llegar a tener dolores,así pasaron 4 dias,pero para esto el 28 de octubre voy a visitar a mi madre y ella me dice Sandra para mi q sean equivocado en la fecha de nacimiento la barriga la tienes super baja,le expliqué q seguía con las molestias,en fin el 29 igual pero ese día la barriga estaba dura y claro me acordé lo q me había dicho la q me atendió el 29 de septiembre q a partir de las 30 semanas podrían dar contracciones,pero q estaba bien. Ese día sentía q algo estaba raro en mi cuerpo y q tenia q ir al hospital,pero claro para esto cada vez q me duchaba me relajaba y se me pasaban,esa noche del 29 le dije a mi marido q si seguía asi iria al hospital así sea q me vuelva a decir q como si era exajerada. Así fue al siguiente día no sentía a la bebé pero sen detía algo duro en mi barriga pero dije a mi marido que desayuno y nos vamos,dulces desayuné y nada q se movió, llegamos a urgencias,nos atendieron me dijeron que al tener 32 semanas me iban a subir a monitorear y le dije esta bien. Subimos llega la enfermera nos quiere colocar el monitor y la enfermera hace la cara raro,y dice espera q voy a llamar al médico,regresa con dos enfermeras más y me dicen girare de lado vuelve a poner el monitor y se miran entre ellos,y me dicen tranquila q ahora mejor te hacemos una eco q es más rápido, verdad fue. 

Tan rápido que en dos segundos cambio mi vida,el doctor nos dijo SU FETO ESTÁ MUERTO. Mi marido y yo no podíamos entender lo que estaba diciendo,mi marido le dice pero q está diciendo,varias veces el doctor solo dijo eso y se fue,le digo mi amor nos dicen q la bebé a fallecido,el mundo se nos vino encima,solo pensaba en mis hijas q estaban tan ilusiones que su hermana naciera para llenarle de amor,a partir de ahí no recuerdo mucho,solo se q tuve q esperar en una habitación con otra mujer que está de parto. Yo solo lloraba no quería vivir,antes les mencioné q salí condisconformidad y después que pasa esto a nuestra hija pensaba q porque a nosotros,q tenía q haber sido más insistente con esa revisión,

En la cesaría estuvo al lado mío una ginecóloga y obstetra q tubo empatía con migo y me ayudó, gracias a ella hoy tengo mi 🌈.

Decirles a las demás familia q es un proceso muy largo y duro,de subidas y bajadas,hoy en día miro al cielo con Amor,cada día está presente en la casa,al igual q en cada uno de mi familia.

Hoy en día tengo un bebé de 1 años q va hacer y estuvo en mi parto la ginecóloga y obstetra q me atendió el día q nació Clhoe.

Mi Clhoe hermosa de mamá siempre está en mi corazón ❤️.




A vosotros, parte de mí que un día me dejó para jamás volver.

A mis pequeños, quienes una vez me inundásteis de luz con tal fuerza, como vuestra partida me llenó de oscuridad.

¿Cómo deciros que la vida sigue aquí, como si al mundo no le importara que una vez estuvísteis en él.

¿Cómo deciros que vuestra madre, quién un día os engendró, os esperó y os contempló sigue aquí, agarrada a vuestro recuerdo, fiel a nuestra historia de amor.

Cuatro historias, unas más cortas,... otras más largas, pero con nombre propio cada una de ellas: Ángel, Elsa, Alan y Miguel Ángel.

Nunca supe porqué os fuísteis y nunca lo sabré...Pero sí sé dónde encontraros, SIEMPRE.

En mi corazón, justo al entrar, se encuentra la habitación de Elsa, pintada de color violeta. No pude verte, mi niña, eras muy chiquita, pero estuviste ahí, tan deseada como el resto de tus hermanos. Para tu madre suficiente para quererte. Hoy tienes 6 añitos.

La siguiente habitación, la de Alan: azul, grande y luminosa. Cuando te dí a luz, sí, cuando te dí a luz, me armé de valor y decidí verte. Eras precioso. Recuerdo las doce pataditas seguidas que me diste el día anterior al fatal momento en el que me dijeron que no había latido. ¿Cómo puede el ser humano pasar de una felicidad tan absoluta al más profundo dolor y desesperación sin que le pase factura por siempre? Hoy tienes 5 añitos.

La siguiente habitación de color veige, la de Miguel Angel. Fuiste mi cuarta pérdida. También te pude contemplar. Tan chiquito e indefenso, pero a la vez generando tanto amor. Hoy tienes 5 añitos.

Y por último, al final del pasillo, en la habitación verde, Ángel. Recuerdo cómo te gustaba y te movías en la barriga, cuando tomaba chocolate y zumo de naranja. Decía orgullosa, con la inocencia de las primerizas "este niño es muy goloso". 

Fuiste mi primer gran amor maternal y tu pérdida, mi primer enfrentamiento a la cruda realidad de la vida. Mi primera experiencia traumática, que me arrebató de un soplo lo que aún pudiera quedar de niña en mí. 

Tu alumbramiento, sí, digo alumbramiento, fue muy complicado. Venías de nalgas y yo no dilataba...Fue una noche interminable. Desde hace 11 años, sigue interminable...

Por último y para arrojar un rayo de luz a todo este sinsentido, la historia de amor que me alimenta aquí en la tierra tiene el nombre de Adriana. Ella brilla por todos sus hermanos en este mundo desde hace 10 añitos. La que me da fuerzas y alegría de vivir.

Desde aquí envío mucha fuerza a todos aquellos padres que han perdido a su bebé, para que algún día puedan volver a encontrar una razón, sea cual sea, que dé sentido a sus vidas. Por ellos y por sus bebés.

Besos al cielo para mis ángeles y vuestro abuelo Juan, quién este año nos dejó para acompañaros eternamente.




Tardé 36 años para encontrarla y sólo unas horas para perderla.

Desde que se plantó en mi vientre supe que, daría de qué hablar. Que sería un ser especial.

En la semana 5, ya empezaba a sentir las molestias típicas. Aquel 26 de diciembre manche un poco. Ciertamente no me asusté, era sólo un poco y me negaba a ser una madre primeriza e histérica.

Volví a manchar y estonces, decidí irme al hospital. Tampoco quería pecar de pasota.

Ese día le hicieron su primera foto (Eco)

Era un puntito. El más bonito que había visto. Ese día era el cumpleaños de Víctor, así que "ver" a su bebé fue su regalo especial.

El bebé estaba bien. Había bolsa y latido.Me fui a casa y una vida más o menos normal.

Las molestias se empezaron a agudizar. Las náuseas matutinas eran insufribles...bueno, también lo eran las vespertinas y las nocturnas.

No retenía nada. Comer era un suplicio. 

Recuerdo que el día de reyes, volvimos a verla. Yo había pasado muy mala noche. No se me cortaban los vómitos con nada; ni el jengibre, ni las galletas saladas, ni el cariban. Nada.

Tuve que pedir la baja del trabajo y quedarme en casa.

Ahí estuve casi un par de semanas. Llorando sin llorar y triste porque no tenía fuerzas para nada. 

La ingesta de comida era escasa. Tampoco toleraba los líquidos. Fui al hospital de referencia. Me pusieron suero, y medicación en vena y otra vez a casa. Yo no podía ni con mi alma. 

El 1 de febrero tuve que ingresar a la clínica. Víctor estaba desesperado. Me veía cada vez más consumida. 

Y allí estuve 1 semana.

Me tenían solo con el suero y la medicación, así que los vómitos se frenaron... pero era una falsa alarma.

Al llegar a casa, volví a sentirme igual.

Tuve que volver a ingresar.

A los casi 5 meses yo era otra. Volví a tener vitalidad y ganas de disfrutar de esta etapa. 

Aquel lunes decidí hacerme una bandeja de patatas fritas y carne asada con salsa. 

A las 3 p.m. senti como si me hubiera hecho pipí.

Fui al baño y me cambié. Igual no he controlado esfínteres. 

Volví a sentirme mojada.

Me vestí, le di un beso largo a mi perro y llamé un taxi. Me tenía que ir al hospital. Algo pasaba.

En el camino avisé a Víctor y a mi familia más cercana.

Y aquel 30 de marzo empezó mi tristeza. 

Rompí bolsa con 20 semanas. Una fisura importante. Reposo absoluto. No te Levantes para nada. María Carolina seguía luchando, y nosotros con ella...

Empezamos a contar la vida en días. Cada día es un hilo de esperanza.

La infección asomaba pero no daba la cara.

Mis brazos parecían un colador. Eran analíticas casi a diario. 

María Carolina seguía ahí... siempre a la derecha de mi vientre. Le gustaba estar ahí. El ritual era sentirla moverse, como una culebrilla....

Ya sumabamos semanas... pero el 23 de abril nuestro mundo se detuvo.

La infección creció. Yo quería que siguiéramos con antibióticos. Yo aguanto, le dije a la ginecóloga. 

Ella dijo que mi vida corría peligro. Víctor me miró aterrorizado y me convenció para ir a la sala de paritorio. Yo convulsionaba de la fiebre. Tenia 38.7° Estaba aturdida, triste...me moría en vida. Nuestra pequeña nació a las 8 a.m. Era una copia reducida y muy mejorada de mi, pero la boca era de su padre. Eran tan Bonita. En mis brazos suspiró...estiro sus brazos y juro que nos enamoramos de ella. Como podíamos decirle adiós a algo tan chiquito. Tan nuestra...

La placenta no salía. Yo gritaba de dolor. Me tuvieron que meter en quirófano.  

Cuando salí, María Carolina ya se había ido al cielo☆ Deseé haberme ido con ella.

Lloramos su padre yo, agarrados de la mano. Víctor me protegió de todo...incluso de mi. Ahora sé que mi hija tuvo al mejor padre. 

Yo me retiré del mundo. Mi mundo se ahogó. 

Ella consta en nuestro libro de familia. Ella hizo que lo nuestro, fuese una familia.

Siempre serás nuestro primer amor. Siempre!!!

Te amamos, mi vida.☆

Cuando Dios lo disponga, nos volveremos a encontrar y no te soltaremos, jamás ♡


A todos los padres que están pasando por una perdida tan inmensa. No os diré que se olvida.

Pero el dolor, poco a poco, se va transformando en amor. Os lo prometo. 

Nuestros hijos son ahora estrellas y aunque no las tengamos cerca, su luz nos acompañará Siempre!!!




19 febrero 2019


Hola mi pequeño Matías, hoy hace una semana que te has ido, que no estás dentro de mi, ¡qué paradoja, porque es cuando más te siento conmigo!

La vida sin ti está siendo muy difícil, eras mi luz y mi felicidad. 

He sido tan feliz contigo que no tengo vida para agradecértelo. 

Siento tanto tanto que hayas nacido en el momento equivocado, luchaste por seguir con mami, te sentí en todo momento de nuestra triste y dura despedida, el destino nos falló y me duele tan adentro. 

Lo que más me duele en este mundo es no poder haberme despedido de ti como merecías, ojalá no te sintieras solo en esos momentos de incertidumbre, ojalá sintieras en ese mismo instante todo lo que te hemos querido, por que se que si fue así te fuiste muy feliz.

Ojalá nuestra despedida no hubiera sido así, ojalá mamá no se hubiera puesto tan malita para poder despedirnos como merecíamos, mirándonos, abrazándonos y besándonos para que sintieras todo ese amor, pero como dice tu madrina; hay abrazos que se dan con el corazón. 

Me reconforta saber que papá estuvo contigo, a tu lado, perdónale si no fue muy cariñoso, el es así con los que más quiere, pero no se lo tengas en cuenta nosotros aquí sabemos lo mucho que nos quiere ¡que rara manera de demostrarlo!, pasó mucho miedo por mamá y lo paralizó tanto tanto que ahora justo una semana después se ha puesto malito¿te puedes creer?ha demostrado ser una persona extraordinaria, ¡es el mejor papá del mundo!seguro que estarás súper orgulloso de él, desde donde estes vas a ver cómo quiere a tus hermanos. 

Mi cabecita Fina y nariz afilada papa dice que te parecías a mi, que tenías mis mofletes, pero lo poco que pude ver de él eras igual a él. 

Desde la tierra todos te echamos de menos, papá, Marina tu hermana, ella quería una hermanita pero estaba súper feliz por tu llegada y le encantaba tu nombre y Alejandro, tu hermano, estaba constantemente hablándote y deseaba ser tu hermano mayor, ahora lo es desde aquí, aunque no sean mis hijos, los quiero muchísimo y cuando les abrazo es cuando más cerca de ti me siento. Y tus abuelos, que tanto nos han cuidado, protégelos desde tu mundo que es el mío.

GRACIAS por enseñarme a decir Te Quiero 

Gracias por que solo tú eres el pleno significado de esa palabra.

Te quiere mamá siempre. 

Matías llegó a este mundo un 12 de febrero en su semana 23 por una coriomnanitis que padecía debido a una incompetencia cervical, nació con vida pero fue imposible salvarle,no pudimos despedimos como merecíamos ya que sufrí una hemorragia y se temió por mi vida. 

Mi hijo me enseñó a sentir el amor más puro y verdadero y doy gracias a diario por tenerlo en mi vida, en casa le sentimos cerca, hablamos de el, le tenemos presente , eso le enseñaremos a Alegría, su hermana que nació el 19 de Agosto

Gracias a ustedes por enseñarme el camino , por cogerme de la mano y guiaarme, os estaré eternamente agradecida, por que jamás me sentí tan perdida . 

Encontré La Paz , me encontré a mi misma me reconcilié con la vida y la volví a amar. Gracias gracias y gracias . 

(Encargamos este dibujo que hoy está en mi habitacion con todo lo que recordábamos de Matías papá y yo) 


Toñi Medina.




Todo empezó el día 3 de julio del 2018, ya que fue mi cuarenta semana de embarazo y ya tenía programada la cita a las 9:00 am, para la consulta de monitores (semisótano).

Entré sobre las 9:30 am, me pusieron los monitores y me tomaron la tensión tres veces, con esto, vieron que la tenía alta. 

A continuación, pasé a consulta con la médico y me examino, vio los miomas, eran dos, pero uno de ellos no lo pudo ver.

De allí me mandaron a urgencias, serían las 11:00 am, donde me volvieron a poner los monitores y el tensiómetro. Yo estaba segura de que no me ingresaban puesto que en monitores me dieron cita para el viernes día 6 de julio a las 8:20 de la mañana, ¿cuál es mi sorpresa? Que sí, me dejaron ingresada por tensión alta (preemclancia). 

Sobre las 12:30 pm me ingresaron y entré en la habitación de la octava planta (801).

Al día siguiente, estando ingresada, a las 10:30 am pase a consulta y me pusieron una pastilla vía vaginal para dilatar. Desde las 11:00 am estuve con dolores y empecé con tiritones, así estuve todo el día y, todo esto, eran cada vez más seguidos y no cesaban.

Una de las veces que en la habitación de planta me puso el enfermero los monitores, le dije que mi embarazo era de alto riesgo y porque no me hacían una cesárea, a lo cual, me contesto que una cesárea era muy cara de procesar.

Después de hablar con el enfermero, sobre las 19:00 pm me llevaron a consulta, estaba cada vez peor, el frio y los dolores no paraban. Allí la médico me examino vaginalmente para ayudar la dilatación, todavía no había dilatado nada y me hizo mucho daño.

Sobre las 21:00 pm rompí aguas, estas eran de un color marrón oscuro, el enfermero no fue capaz de traerme una silla de ruedas, me la trajo el marido de mi compañera de habitación. Me llevaron a consulta y al mirarme habían visto que había dilatado 2 cm. Yo en ese momento creí que me harían cesárea, puesto que había roto aguas, tenía la tensión alta, dos miomas, embarazo de alto riesgo y 42 años. ¡Pues no!

Nunca pensé que esta vivencia tan desagradable que voy a escribir fue enterrarme en vida para siempre.

Me bajaron a sala de paritorio sobre las 21:30 y las 22:00, mis dolores y mis tiritones no se quitaban y, como dije antes, eran cada vez másseguidos y másfuertes. Empezaron a prepárame, los monitores y suero. Una de las enfermeras colocó mal el suero y no caía el líquido. 

Firme para que me pusieran la epidural con mis correspondientes dolores y tiritones, al rato llegó la anestesista con un cabreo monumental. Allí echo la bronca a todo el que estaba, a la enfermera por lo del suero, a otra enfermera porque yo todavía no estaba colocada y se fue. La anestesista dijo que la llamaran cuando se acabara el suero.

Se acabo el suero y volvió, estando mi pareja conmigo, al cual echo para ponerme la epidural, esto serían las 23:00 pm, a él le dijeron que tardarían 20 min en llamarlo para que estuviese presente en el parto. Pero se complicó todo y no le permitieron entrar.

Ya sola en el paritorio, a pesar de los dolores que eran más seguidos e insoportables, intente no moverme puesto que una enfermera me advirtió de cómo era esta mujer. Pero no podía hacer otra cosa porque los dolores y los tiritones me provocaban pequeñas convulsiones. Con su mala leche y encima enseñando a una muchacha de prácticas, estuve sufriendo un buen rato, perdiendo la noción del tiempo exacto que estuve para que me pusieran la anestesia. En ese tiempo, me pincho una primera vez y vio que tenía un coagulo, mientras tanto mis dolores persistían y con ello sus convulsiones, a la vez ella no hacía más que recriminarme y tuvo que repetir el pinchazo, pero esta vez un poco más arriba.

Aquí ya pierdo la noción del tiempo definitivamente, estaba sola en el paritorio, tuve que llamar a la médico, noté que el bebé estaba encajado. Las dos médicos que entraron empezaron a  ponerse muy nerviosas, los monitores estaban mal puestos, ya que estaban escuchando mi corazón y no el del bebé.

En un momento, el paritorio se llenó de personal sanitario, trajeron una especie de cuchillos (fórceps) y la médico, sin fuerza, empezó a meterlos para abrirme, mientras otro médico se echó en mis costillas ¡que dolor más insoportable! Al final tuvo que venir otro médico, ya que la otra no tenía fuerzas para rajar mis partes íntimas, este metió los cuchillos y los cruzó rajándome desde el clítoris hasta el ano, esto dolió mucho, pero el dolor físico no fue tan grande como fue el escuchar y ver, como una enfermera cogía a mi niño por una pierna diciendo “¿qué hago?” y una médico le contesto “¡corre, pero corre!”, fue tan desagradable esta imagen, que el dolor físico lo olvidé y sentí un fuerte desgarro en lo más profundo de mi ser partiendo mi corazón en mil pedazos y sin saber que pasaba y a donde llevaban a mi hijo, esto será algo que siempre ira en mis recuerdos mientras viva. Cuando se lo llevaron, no hacía más que preguntar por él a todo el que entraba y nadie me contaba nada, seguía con la noción del tiempo perdida.

Lo siguiente que recuerdo, es que mi pareja, el padre de mi hijo, entró y me cogió de la mano, mientras un médico me cosía el desgarro tan grande que yo tenía. Como tenía la noción del tiempo perdida, debido a la anestesia y a tanto sufrimiento, mi pareja me dijo que entró sobre 2:30.

Después de estar un buen rato cosiéndome, bueno mejor dicho reconstruyéndome, recuerdo que tenía mucho frio y al cambiarme de cama me pusieron dos mantas. La tensión la tenía muybalta y mi pareja la vio y una de las enfermeras apago el monitor para que él no pudiese ver nada.

Al rato llegaron dos pediatras de urgencias, que nos comentaron que mi bebé había estado mucho rato sin latidos y que tenía daños cerebrales severos.

Nació el 5 de julio del 2018 a las 12:20 de la madrugada, lo conocí estando enchufado a una máquina que hacía que viviera y murió el 7 de julio de 2018 a las 2:05 de la madrugada.

Por todo lo expresado, considero que durante las 36 horas que transcurrieron desde que me ingresaron hasta que me pasaron al paritorio, algún responsable sanitario debería de haber tomado la decisión de hacerme una cesárea y yo ahora mismo tendría a mi hijo en mis brazos.




Cuanto te admiro mamá !

Quiero contaros la historia de mi hermano , nosotros somos 5 eso era lo que yo sabía hasta el día en que mi hija nació sin vida , que mi madre había estado embarazada 5 veces y que antes que yo perdió un niño , con el que yo me llevaría un año y medio el es Francisco José hubiera sido mi compañero de juegos y ahora sería mi más cercano confidente pero no fue así, nació sin vida justo del mismo tiempo que mi Sofía , y lo más duro de todo esto es que yo lo supe justo el día que ella nació , siempre pensé que había sido una perdida temprana no por eso menos dolorosa ! Ahora se que somos 5 hijos los que tuvo Carmen Fernández Manzano mi madre y que sufrió su duelo en silencio tal vez no en soledad pero una parte si incomprendido y ocultado para evitar un dolor enquistado que tal vez en ella se convirtió en enfermedad , gracias a ella hoy soy más consciente de que el dolor hay que sacarlo compartirlo y llorarlo porque las lágrimas son besos que no tienen donde ir o amor que busca su lugar , ánimo familias valientes el dolor se transforma en amor infinito hacia nuestros hij@s , herman@s o familiares que nos esperan en otro lugar y nos acompañan en nuestros ❤️



Esta es la historia de mis bebés Noa y Rubén. 

Durante muchos años deseé tener un hijo en mi vientre, pues ya era madre de corazón. Cuando Dani y yo nos enteramos que estábamos esperando a Noa, fue algo maravilloso, a las 7 semanas lo vi en una ecografía y escuché su corazoncito. Sólo una semana después abrió sus alitas y el mundo se nos vino abajo, pero pensamos que si nos habíamos embarazado podríamos volver a hacerlo y 3 meses despues nos enteramos que estábamos esperando un nuevo bebé. Esta vez lo vivimos con mucho miedo desde el principio pero con mucha esperanza y amor. En la primera eco que nos hicieron no se escuchaba su latido y nos asustamos muchísimo, pero a la semana ya lo pudimos oír. 

Dani decía de broma que era un niño cabroncete y quería asustarnos, de hecho nos dio varios sustos durante el embarazo. Pero a partir del tercer mes ya nos fuimos ilusionando más y preparando todas sus cositas. Hasta el 4 mes no supimos que era niño aunque siempre lo intuimos. Nunca pudimos ver su carita bien en las ecos, siempre se escondía. La fecha prevista para su nacimiento era el 25 de diciembre, aunque me harían cesárea en la semana 37, pero no llegamos. El día 26 de noviembre mi Rubén quería salir, y el 27 a las 9:15 de la noche por fin pude ver su preciosa carita y escuchar su llanto. Pero a los 5 minutos de nacer empezó a dar señales de que iba a abrir sus alitas. Yo no sabía nada, nadie me lo dijo, pero intuía que algo malo pasaba. Hasta la noche del siguiente día no pude volver a ver a mi precioso niño, parecía muy sano, era muy grande como su papá y los médicos decían que saldría adelante, que todas las pruebas que le habían hecho salían bien, sin embargo esa madrugada a la 1:00 los médicos nos dieron la horrible noticia. Mi Rubén se nos fue con Noa y nuestros corazones se rompieron en mil pedazos. En estos casi 2 años hemos tenido que aprender a vivir con su recuerdo, aprender a pasearlo y acunarlo en nuestros corazones, aprender a hablarle en la distancia, aprender que el amor nunca muere. Noa y Rubén siempre vivirán en nosotros y un día nos encontraremos de nuevo y podré darles los besos que no les pude dar.



Podría contar la historia de mi embarazo y el tiempo de hospitalización tanto mía como de mi bebé, pero contada tal cual sería una historia triste, muy muy triste, y me apetece hacerlo desde un punto más positivo, pues quiero mentalizarme que mi hijo no se merece una mamá triste, ni que se le recuerde con lágrimas de amargura. Quiero que mi hijo desde donde esté me vea sonreír por él, divertirme al recordarlo y que la cara se me llene de felicidad. Al fin y al cabo es lo que le daría si estuviera aquí.

El estar mosqueada, en contra del mundo, negada ante todo y con mala actitud es algo que ni me hace bien ni quisiera que él viera en mi.

Es por eso que he puesto mi vida al revés de como la estaba viviendo y voy a buscar lo bueno en todo esto, y es que, mi hijo estuvo ahí para hacerme madre. ¡¡¡¿¿¿Hay algo más grande que ser madre???!!!

Por suerte, después de un primer aborto a los dos meses de gestación, en el cual no me dio tiempo ni a ponerle nombre, volví a quedarme embarazada. Alegría inmensa!!!

Fue un embarazo más que deseado, pues partíamos de la tristeza anterior, así que os podéis imaginar que no cabía de gozo en mi ser. Me encanta recordar estos momentos!!!

Viví el embarazo haciendo fiesta a cada semana que superábamos. Tanto fue así que hice cómplice a mi bebé, aun estando en mi barriga, desde el principio hasta el fin.

Decidimos dejar testimonio de cada mes, mi marido y yo nos fuimos haciendo unas sesiones de fotos súper divertidas. La verdad que las recuerdo y solo son risas!!! Ahora está siendo el momento de realizar el montaje de aquello, pues es cuando me he sentido con fuerzas. Gracias Marigua por ello.

Otra cosa que me encantaba compartir con mi hijo era a cada sitio que iba a visitar, pues quien nos conoce, a su papá y a mí, sabe que nos encanta viajar y disfrutar yendo a todas las actividades que se nos presentan por delante. Así que, a mi hijo, le presenté museos, obras de teatro, espectáculos de danza, el norte de España, Cadiz, el Falla en sus carnavales, Granada, Jaén, Sevilla, toda Málaga, la montaña, la playa, paseos interminables y risas entre amigos y familia. De hecho, siempre dejando testimonio de ello y diciéndole: “Javier, aún no has nacido y mira lo que te están dando papá y mamá”. Vida, le estábamos regalando vida, aunque sin saberlo le fuera a faltar después, cosas del destino, quizás por eso le puso por delante tanto antes de nacer. En fin, un embarazo precioso!!!

Pero claro está, que si escribo aquí, es porque algo falló, que al final la alegría se truncó. Mala noticia en la revisión, encamarme embarazada, nacimiento prematuro de 29 semanas, Ucin, preguntas sin respuesta, angustia, el corazón roto... Pero ¿y lo bonito vivido con él? ¿No cuenta? Claro que sí.

Tuve la suerte de verlo, cosa que no pasó con mi anterior aborto, de tenerlo conmigo, de tocarlo, acariciarlo, cantarle, consolarle, alimentarlo con mi leche que tanta falta le hacía, asearlo, cambiarle su pañal y aunque todo transcurría entre lágrimas, esos momentos eran nuestros, incluso tuvimos el día más especial todos, el que tanto ansiaba sentir, el que hicieron realidad Isa y su neonatologa María con la ayuda de tantos allí, cogerlo por primera vez en brazos, ¡qué grande fue aquello para mi! acabé con dolor de cara de tanto sonreír, fue difícil hacerlo realidad, pero se consiguió. Decir que fue la primera y penúltima vez, pues la última fue para despedirme en paz de él a los 41 días de nacer, y digo en paz pues se hizo y se le dio todo, porque el personal del Materno Infantil de Málaga estuvo más que a la altura, son incansables y tienen corazones de oro y porque en definitiva, sus condiciones, las de mi bebé, no eran compatibles con la vida, y al final todos queremos una vida digna para nuestros hijos y hasta donde luchó se le procuró. Así que me quedo con esa parte de la pesadilla que se convierte en sueño, la que me agrada y me permite recordarlo con una sonrisa, la parte bonita y de color, todo entre tiritas claro está, pues son necesarias para recomponer un alma herida, pero sobre todo, con mucho amor y porque en mí, su papá y todos los que nos rodean siempre estará.

Francisco Javier eres nuestro rayito de luz, te queremos y tu recuerdo nos hace feliz.




Un 14 de junio del 2012 iba a ser el día más feliz de nuestras vidas, pero una mala praxis nos puso en el más oscuro camino que unos padres puedan recorrer: la muerte de un hij@...

        Todo estaba previsto para que mis princesas Noelia y María nacieran ese día, un parto inducido que después de tantas horas nacería mi primera princesa Noelia, pero una mala praxis durante el parto , en la que no voy a entrar en detalles, desembocó en una tragedia en la que mi otra princesa María salió perjudicada y después de tanto reanimarla la trasladaron a UCI y a los 11 días falleció, y ahí en ese mismo momento fue cuando mi corazón y mi alma se partieron para siempre. 

    Cuando llegue a casa tuve que enfrentarme a una realidad de doble cara, una la de mi pequeña Noelia que estaba sana y dependía de mí y la otra de mi pequeña María fallecida.  

Mi proceso de duelo fue muy doloroso pasaba de llorar a la rabia, otras veces me sentía vacía de sentimientos, he llorado, he gritado, mi dolor era tan grande...pero gracias a mi marido, familia y sobre todo a mi pequeña Noelia y más tarde a mi pequeño Juan diego, pude salir de aquella amargura y ser feliz, a ellos le debo la vida. 

En casa María está siempre presente, sus hermanos y familia la recordamos con tanto amor que toda esa rabia se ha convertido en ternura. 

Ay mi pequeña María, tenía tanto amor que darte! Jamás olvidaré tu carita, tu cuerpo, tu olor, el tacto de tu piel cuando partiste de mis brazos, siempre vivirás en mi , y en tu familia. 

Quería compartir mi historia y darles muchos ánimos a aquellas familias que han pasado o estén pasando por este duro camino y mándarles todo mi apoyo y decirles que no están solos, y que al final siempre el sol vuelve a salir. 

Gracias al grupo hay un lugar por su labor, su gente y sobre todo por darnos la visibilidad que tanto necesitamos. 

A ti mi pequeña María, algún día te tendré otra vez entre mis brazos.




A mi pequeño guerrero Kilian. 

La noticia de que estaba embarazada fue una inmensa alegría para todos, después de varios años intentando ser papas.

Desde el principio del embarazo tuve varias complicaciones y estando de 22 semanas se rompió la bolsa. 

Fuimos deprisa al hospital, todo pintaba muy mal. Casi se puede decir que esperaban que abortara sola esa noche, tenía contracciones cada vez más fuertes y de repente, todo se paro.

Estuve 2 semanas más ingresada, donde empezamos a tener esperanzas, mi pequeño se aferraba a la vida y aunque no lo pintaban nada bien, sentíamos que teníamos que darle la oportunidad.

Una tarde todo empezaba a complicarse, tenía una infección muy fuerte y tenían que sacar al bebé, yo solo pensaba en darle la opción a mi pequeño.

Me hicieron cesárea y nació Kilian, nuestro pequeño guerrero, se lo llevaron corriendo y allí me dejaron sin decirme nada, incluso cuando desperté.

Cuando me llevaban a planta y vi allí toda mi familia yo no quería que me lo dijeran, no quería escucharlo.

Mi pareja al poco consiguió que me relajará y me dijo que el bebé había estado unos minutos sin respiración pero estaba vivo y en la incubadora. Yo no podía ir a verlo hasta el día siguiente, se me hizo eterno. Esa misma tarde nos dijeron que estaba muy mal, tenía serios problemas, no sabían que podría pasar. Al poco que estaba sufriendo que lo mantenian con calmantes y que la esperanza de vida era de horas o dias.

Sólo pedía que me diera tiempo de verlo y así fue, al día siguiente me esperaba en su incubadora, de donde lo sacaron y me lo dieron en brazos y fue la hora más bonita y a la vez más triste de mi vida.

Kilian me hizo madre y doy las gracias por haberlo podido tener en mis brazos.

Casi dos años después nacería Gala, el terremoto que desmonto nuestras vidas y que tiene a su hermanito Kilian, como ángel de la guarda, cuidando de ella.

Cuando sólo se ve oscuridad es difícil seguir adelante por que no se ve el final, pero llega. Ya nada es como antes por que eres una madre con un cachito de corazón en el cielo, pero tampoco quiero ser como antes, es parte de mi historia, es parte de mi amor. Un abrazo a todos los que estáis pasando por la misma situación.



La noticia de la llegada de Manuela fue inesperada, un embarazo sorpresa y que me costó aceptar, mi marido siempre estuvo ilusionado, mi reloj biológico nunca se activó y no sentía esa necesidad de ser madre. Conforme pasaban las semanas me iba haciendo a la idea, ya empezó a ilusionarme su llegada, su vida, iba a ser mi pequeña.

Llegó la ecografía de las 20 semanas, esa que todos te hablan en la que se ve todo, y el médico mira y mira en silencio, mi marido hace una broma pero el médico sigue en silencio... y tras un tiempo que no puedo decir cuánto fue, nos dice que la pequeña Manuela trae una serie de malformaciones, que nos va a dar cita para una amniocentesis y que ya se verá que ocurre, yo me quedé paralizada, en silencio, debía procesar esa información, mi marido directamente sevmarea y se pone a vomitar, la enfermera nos acompaña fuera y fue la única nota de sinceridad de ese día, nos dijo, a lo largo de mi carrera he visto muchos casos y lo de vuestra hija no es un caso de pensar nada, debéis actuar, sus malformaciones no son compatibles con la vida, y a día de hoy y siempre agradeceré su sinceridad y valor.

Recuerdo que entre esa eco y la amniocentesis era el puente de diciembre, se me hizo eterno, no puedo decir que la sintiera mucho, imagino que sus malformaciones no le permitió desarrollarse como un bebé normal y no tenía los mismo movimientos, pero esos días fueron eternos, saber que estaba en mi interior y era Manuela... y en poco no estaría.

Llegó la prueba, se confirmó todo, el médico y enfermera que me atendieron fueron muy atentos, me explicaron las opciones, continuar con el embarazo a ver que ocurría o interrumpirlo, y decidimos no hacerla sufrir.

Me provocaron el parto en una clínica privada, parecía un orfanato, allí estaba con otras mujeres con el mismo problema en la misma habitación, 10 camas juntas, ni familiar contigo, ni privacidad.

Empiezo con contracciones, pasaba una doctora de vez en cuando a reconocernos a todas y en un momento decide que ya estoy para dar a luz.

Me decían empuja, pero yo no sabía que era eso, y justo cuándo Manuela fue a salir me durmieron. No la ví, no la sentí, no tengo recuerdo alguno. Me desperté en la misma sala de las 10 camas, vacía, sin Manuela y sola. Tras un gran tiempo de espera me vestí y me mandaron a casa.

Ese primer baño con mi vientre vacío fue devastador... lo recordaré siempre, el apoyo silencioso de mi marido que se hizo el fuerte fue el mejor, sabía que sólo necesitaba su presencia nada más.

Posteriormente empecé a no poder dormir, y estar bastante enfadada con el mundo, te preguntas, por qué? te echas la culpa, y buscas una explicación, pedí ayuda a mi médico de cabecera que sólo me recetó unas pastillas para dormir, que no tomé nunca, creí que no era la solución.

Empecé a trabajar pensando que mi vida volvería a la normalidad, pero no fue así, sentí que la gente evitaba preguntarme, obviar la presencia de Manuela en este mundo, mi familia, todos no reconocía el duelo que yo debía pasar, y cómo no conocía a nadie que hubiera pasado por lo mismo creí que era lo adecuado, y tras 3 meses me di cuenta de que no, que Manuela era mi niña, que si había existido y empecé a hablar de ella, mi marido al principio se enfadaba pero se dio cuenta que era lo que yo necesitaba, y empecé a leer gracias a hay un lugar que había más personas en duelo como yo, y que lo mejor es hablar.

Hoy tengo un pequeño bebé arcoíris al que quiero con toda mi alma y al que le explicaré que Manuela es su hermana estrella. Su embarazo lo pasé llena de miedos, quería ser feliz, pero había un muro que me lo impedía, hasta que le vi la carita.

A todo el que esté pasando por una situación similar, todo mi apoyo, que hablen que exijan a la sanidad un trato justo y digno, y que sus hijos son tesoros, aunque abandonen este mundo prematuramente, que se puedan despedir de ellos, que es muy necesario para avanzar, y que pasen su duelo, que obliguen a la sociedad a respetarlos.





La historia de mis dos niños empezó en enero 2017. Me acuerdo el dia tan claro que me entere que el pequeño Gabriel estaba creciendo dentro de mi barriga. El 8 de Febrero tenia que madrugar para ir a un congreso con la Guardia Civil en Granada y pense voy a hacer el test porque es raro que mi regla viene tarde, pero realmente no lo esperaba nunca, ya que nunca en todos mis 39 años habia estado embarazada y llevabamos tan poco tiempo juntos tu papa y yo. A las 6:00 de la mañana veo estas lineas rositas y mi mundo cambio para siempre. Fui conduciendo de Malaga a Granada en una nube, una mezcla de miedo y emocion y sin saber que hacer. Al final decidimos los dos que queriamos este niño que habia venido como un regalo sorpresa y empezamos un pequeño camino llenos de ilusion, padres por primera vez y preparados a enfrentar todo que nos esperaba. Todo, menos lo que nos esperaba al final. Los pocos meses con Gabriel disfrute tanto a pesar de la nausea del primer trimestre, la conexion de sentir que tienes un hijo dentro, conduciendo al trabajo y cantando mas que nunca para el tambien disfrutar de la musica. Que bonito mi primer dia de la madre, no lo esperaba de recibir un ramo de flores, sentir como una madre de verdad por la primera vez. Pocos dias despues paso lo inimaginable. De vivir lleno de ilusion a vivir una pesadilla en realidad. Me despierto durante la noche confusa porque parece que he hecho un monton de pis en la cama. Sin querer despertar a mi pareja me pongo a hacer busquedas en Google, hasta que veo que puede ser algo preocupante y le debo despertar. Lo que sucedio fue lo peor que habia vivido en 39 años, algo que nunca imaginaba pasar y por supuesto no volveria a pasar. Me decian que la bolsa habia roto y aunque el prognostico era tan mal yo podia esperar un poco mas para hacer este decision tan duro. Despues de algunos dias me convencieran que tenia que provocar el parto (prefiero esto que "aborto". Hasta hoy siento incomoda con esta palabra, cuando al final los que vivimos esto es vivir un parto), 16 horas de contraciones hasta que nacio nuestro pequeño Gabriel el 12 de mayo, y por supuesto con 17 semanas no podia sobrevivir esto. Medicos y teorias explicando la importancia de verle al nacer para ayudar el duelo. Otra decision tan dura, no senti capaz de hacerlo. Tenia miedo de traumatizarme aun mas para el resto de la vida de verle sin vida. Y lo que viene despues - arrepentida de no haber visto a mi hijo, porque no saque ninguna foto? Porque no pregunte que han hecho con el? A mi tambien me hubiera gustado una huella de su piezito... Y lo peor - porque me deje ser convencida por los medicos a tomar esta pastilla? Si en estos grupos de facebook hay mucha gente que decidieron esperar sin agua en la bolsa, aguantaron 10 semanas mas y ahora tienen un niño feliz con 7 anos. Mate a mi hijo?... Dias, semanas y meses pasaron y cogimos fuerzas, unidos y ahora con un deseo mas fuerte que ni existia antes de Gabriel, nos quedamos embarazados otra vez en Septiembre 2017. Justo antes de mi cumpleaños de 40 años, lo celebramos en mi fiesta grande junto con mi gente lleno de alegria para nosotros. Claro, una pesadilla asi no pasa 2 veces asi a nadie, impensable. Hasta que en el final del primer trimestre encuentro un poco de sangre, y la pesadilla empezó de nuevo. Esta vez mas fuerte. Esta vez demasiado fuerte para nosotros aguantar. Dos meses de sangrados, visitas y estancias en el hospital. Noche buena, cenando mariscos, escuchando mi suegra contar una historia, siento mucha sangre saliendo. No se si era shock, o si no queria enfrentarlo, o si no queria molestar inicialmente (tonta, como cuando rompieran las aguas de Gabriel y quede esperando en la cama un rato no queriendo despertar a mi pareja) pero me quede esperando que terminaba la historia, una reaccion tan rara. Cuando les dije que creia algo estaba pasando y vi la cantidad de sangre, alli el cuerpo entraba en shock, me acuerdo lo de temblar incontrolablemente, tener tanto frio de repente que con todas las mantas que me ponian encima seguia temblando. Navidad en el hospital y luego salgo con la esperanza otra vez, hasta el final de enero cuando esta vez el sangrado vino con contraciones. 10 dias en el hospital que luego se acaba en la misma decision y viviendo otro parto, solo 8 meses despues. Esta vez si escogi verle y gracias a dios llame la enfermera y dije que si queria cogerle en mis brazos. Un recuerdo ya borroso pero inolvidable. La unica foto que tengo de su carita me acompanara para siempre. La tristeza sigue dentro de mi y no creo que nunca se va para siempre pero es verdad que se lo lleva mejor con los meses y seguramente años que pasen. Casi diario pienso en mis dos pequeños bebes y yo se que tus hermanitos peludos tambien conectan con vosotros atraves de mi porque solo a ponerme a escribir este testimonio los dos se han puesto pegado a mi lado en el sofa, Luna la gata siempre ensima de mi barriga en estos momentos, donde nos acompañaba a veces en los momentos mas duros de nuestros embarazos juntos. Amor eterno, vuestro mama.




Historia de Luca León

Se podría decir q nunca pensé q en un año se podía vivir tantas cosas, pero así fue..

Un 16 de agosto de 2019 llegados desde Argentina pisamos suelo español junto con mi marido y mi niña de 3 años ,en ese momento. Y yo con un embarazo de casi 7 meses. 
Llenos de proyectos e ilusiones de un nuevo futuro, en un nuevo país.

Hasta q un 16/10/19 tras un monitoreo de rutina en mis 36 semanas,me dicen q Luca ,mi bebé tan esperado no tenía latidos..
ese día empezó lo q hasta ahora recuerdo por momentos y algo borroso. solo se q me repetia; esto no me está pasando".. pero si, un desprendimiento de bolsa por tensión alta fue la causante de todo.

Me comunican q al día siguiente 17/10 me provocarían el parto, lo cual espere horas para saber q iba a vivir el momento q tanto quería, pero con un gusto amargisimo.
En el parto tuve un hermosa experiencia, las enfermeras super amorosas, una atención muy buena en general.

En el momento de tenerlo a mi bebe en mi brazos, esperaba una voz de fondo q me dijera q al final estaba bien.pero no..
Lo vimos con mi esposo, lo besamos, le pedimos perdón, lo mirabas en todo momento, de pies a cabeza , era igual a su hermana mayor .. nos enamoramos totalmente de el..
Fue tan duro saber q no se iba a ir con nosotros, q todo lo planeado no iba a pasar.
Sentí un vacío en todo mi cuerpo y mi cabeza.

Pase días llena de odio, tristeza, impotencia, buscando respuesta a tantas preguntas en mis cabezas, porque yo, porque acá en un país nuevo, solos sin la flia, por qué, por qué?

A los dos meses de la perdida de Luca, con una pandemia mundial en puerta , confinamiento etc, me entero de un nuevo embarazo. 
Embarazo de alto riesgo" hasta la palabra me asustaba , temía de todo y sólo hablaba con el , con mi Luca ,pidiéndole q cuidara a su hermano , q m ayudará a pasar esos meses de tanta insertidumbres
Se q el me escucho, y cuido de su hermano, q hoy está con nosotros. 

Sueño con un momento de verlos jugar a mis 3 hijos y desearía q así fuera, pero él está presente en nosotros. El nació, el tuvo nombre e identidad para nosotros. 

Así q hoy ,17/10/20 cumplimos un año de nuestra despedida y de nuestro encuentro q va a ser eterno aunque duro unos minutos.
Hoy junto a su hermana Maitena y su hermano menor Samuel , lo recordamos y tiramos besos a las estrellas para el.

LUCA LEON mi hijo , mi bebé, mi ángel





Ya estaba casi de 12 semanas cuando me decido a ir a mi médico de cabecera porque después de dos test de embarazo negativos había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba sin regla. Mi doctora me hace test de orina para descartar y vuelve a salir negativo, así que me manda al ginecólogo para hacerme una eco y comprobar que no es nada raro. Y efectivamente no era nada raro, estábamos embarazados! No lo habíamos buscado, pero mi tesoro ya tenía 3 añitos así q fue una alegría para todos y para colmo nos dicen que es niño, ala! Ya tendríamos la parejita!!! Marco se llama nuestra estrella 💫. 

El embarazo va perfecto, con la única pega de que tengo obesidad y la tensión siempre la tenía al límite. Así que todo bastante controlado, hasta que en la semana 37, en una revisión más, me sale la tensión bastante alta y deciden hacerme la prueba de la proteína, para descartar una preclampsia. Me dicen que lo recomendable es que me quede ingresada hasta que me tengan bien controlada. Yo, ajena a todo lo que vendría y pensando en la que me esperaba en casa, les digo que no, q no puedo quedarme, q no tengo con quien dejar a la niña hasta q no llegue su padre, q no pueden hacerme eso, q estoy bien! Me hacen varias pruebas y efectivamente todo sale negativo, la tensión se me regula, la ecografía va bien, el latido va bien y no pueden retenerme puesto que yo me sigo negando. Así que me voy para casa, con la condición de que si me pasa la tensión del límite vuelva corriendo por urgencias. 
Y justo una semana después (marzo de 2018) empiezan las contracciones. Unas contracciones normales de parto, así que preparo mi bolso, le explico a mi hija q nos vamos a por el hermanito y a urgencias. Cuando llego a urgencias la tensión la tengo en 200, esperamos que sea de los nervios y de las contracciones pero todo pasa rapidísimo, la chica de triaje me mira con cara de susto y me llevan corriendo a monitores. Yo en el momento que le veo la cara al chico se que no va bien, el intenta tranquilizarme.....bueno tú sabes q con tu grasa no es fácil, vamos al ecógrafo mejor..... bueno este ecógrafo no es muy bueno, vamos al de consulta que se ve mejor. Cada vez hay más médicos acompañándonos. Entre ellos la misma ginecóloga que me hizo las pruebas la semana antes.Y ahí llega la famosa frase que nadie quiere oír“ mamá, no hay latido” , ella me había visto una semana antes y todo estaba bien, tampoco podía creerlo, a todo esto, papá estaba fuera, mamá sola. Llaman a papá y nos dejan un tiempo a solas antes de llevarnos a paritorio. Vienen a por nosotros, nos recoge una amiga, que ya nos había acompañado en el parto de la mayor, y le toca acompañarnos en todo el proceso de parto. Me ponen epidural, y me dicen que si me duele mucho me ponen algo más fuerte, que van a intentar que sea lo menos doloroso posible, que bastante dolor teníamos ya. 
Empezamos a llamar a familiares y amigos para contárselo y la mayoría quieren acompañarnos. 

El momento del parto fue muy duro, pero fue fácil y rápido. Recuerdo mucho silencio, nadie habla no hay llanto de bebé, solo mis gritos, q son una mezcla entre llanto y lamento. Por fin puedo ver a mi bebé, aunq no de la forma que quería, pero queremos verlo, lo abrazamos, nos dejan nuestro momento a solas con el, nos dicen que pasen los familiares que tengan que pasar, y que cuando estemos preparados avisemos para que se lo lleven. Y así le dimos su bienvenida y su despedida a la vez. Juntos y con parte de la familia acompañándonos. 
Después nos pasaron a una habitación en una planta lejos de maternidad. Y a la mañana siguiente nos dieron el alta muy temprano para que pudiéramos volver a casa. Allí nos esperaba nuestro bebé arcoíris, que aunque ya tenía 3 años fue quien nos dio la luz en este túnel. Gracias a ella pudimos salir adelante.

Un año y medio después y en el mes de octubre para más inri, llegó nuestra nueva bebé arcoíris. Un embarazo durísimo, con un sangrado en el primer trimestre, con pastillas para la tensión, pruebas de todas clases, inyecciones de heparina, todo muy lento y muy largo, incluso en el momento del parto, se quiso esconder para que no encontraran su latido, podéis imaginaros la situación, de película al menos 10 médicos frente a mi, hasta q encontraron de nuevo el latido, aquello parecía una fiesta, pero por el que volvería a pasar mil veces mas. 

Tengo muchos nombres en la cabeza, y sé que alguno se me pasa, alguno que nunca llegue a oír su nombre pero aún así desde aquí me gustaría agradecer a todo el personal del Costa que me atendió, porque conmigo al menos se portaron súper bien, en mis tres partos, a pesar de la dureza de ellos. 
Carmen, curry, pupi, Auxi, lidia, Juanma, la matrona que me acompañó todo el parto de mi tercer bebé, q no supe ni su nombre, aunque luego fuese Amalia quien la viera nacer, a todos Gracias!





Teniendo dos hij@s, de 3 y 5 años, decidimos ir por un/a tercer@, y cuál fue nuestra sorpresa, que me quedé a la primera. Se lo contamos a todo el mundo, y sus herman@s estaban súper content@s, le vimos en eco, oímos su latido, y nos ilusionamos, pero en la semana 11 (casi 12), en una visita al ginecólogo, nos dió la peor de las noticias, nuestr@ bebé había dejado de vivir en mi interior......fue horrible, me sentí fatal, y lo peor, decírselo a tod@s l@s que lo sabían, en especial a sus hermanit@s.....😔
Pero sólo 3 meses después de pasar por la pérdida, con legrado, y demás, volví a quedarme embarazada. Estaba feliz, y más aún cuando fuímos a la primera eco, y nos dijeron que ¡¡¡eran trilliz@s!!!, pensaba que la vida me estaba recompensando por haberme quitado a mi bebé, no con un@, sino con 3 bebés. Inocente de mí, no sabía lo que me quedaba por pasar...  
El embarazo era de altísimo riesgo, no sólo por ser múltiple, sino por mis problemas de salud, pero estaba muy controlado todo, cada 2 semanas me veían en Alto Riesgo, y todo marchaba bien, a pesar de los sangrados, las múltiples visitas a urgencias, el reposo absoluto..... Mis 3 pequeñ@s, 2 nenes y una nena, crecían a la par, y esta vez esperamos un poco para decirlo a todo el mundo. L@s herman@s, cuando se lo contamos, más ilusionad@s si cabe.....pues eran 3 hermanit@s más.....
En una visita de control en la semana 27, me confirmaron que tenía contracciones de parto y que se me estaba borrando el cuello del útero. Tenían que ingresarme para parar el parto inminente, pues era peligroso para mis pequeñ@s nacer tan prematur@s. Me ingresaron y me pusieron medicación en vena para parar el parto, y las inyecciones para la maduración pulmonar de mis bebés. Seguí ingresada 3 semanas, con varios controles diarios, y hasta 4 veces tuvieron que bajarme a paritorio para intentar detener el nacimiento prematuro de mis trillis. También tomaba medicación por boca, que me dejaban totalmente "drogada", pero todo lo hacía pensando en el bien de ell@s. Cuando justamente hacía 30 semanas, la cosa se descontroló.....por la madrugada, del 6 al 7 de mayo, fui al wc y estaba sangrando sin parar, y con muchas contracciones, avisé a mi pareja y a la enfermera de guardia. Ya no podían retener el embarazo más. A las 9 de la mañana me harían una cesárea de urgencias. Y así fue, sólo vi nacer a mi niña, a la que tuvieron que reanimar, a mis niños ni recuerdo que me los enseñaran. Luego, en la sala de observación, me dolía todo, no podía moverme, todo me daba vueltas y nadie venía a decirme nada. Yo sentía que algo no iba bien, pues estaba sóla, solo oía gritar a otra compañera que estaba al lado....luego, todo fue una montaña rusa, mi pareja vió a nuestr@s peques en la UCI, decían que las 48 horas siguientes eran fundamentales y de vital importancia para sus vidas. Yo pude verl@s a los dos días, en silla de ruedas, pues estaba muy, muy mal y muy débil....el verl@s allí, tan chiquitit@s, tan indefens@s, llen@s de cables....me hizo sentir la fragilidad de la vida.....y sufría por ell@s.....y porque todo estuviese sucediendo así....
Mis dos hij@s que están aquí conmigo, dentro de lo que cabe, evolucionaban bien y en 8 días l@s pasaron a Cuidados Intermedios, pero Nicolás iba más lento, y con sólo 12 días lo operaron del dúctus arterioso, y salió victorioso, mi campeón....
A los 40 días dieron de alta a sus hermanit@s y él siguió en el Hospital. ¡¡¡79 días!!! fue los que estuvo ingresado en el hospital. Un 21 de julio le dieron de alta, con atención médica a domicilio (curiosamente, el 21 de julio del año anterior fue cuando nos dieron la noticia de que Estrellita Fugaz se había parado.....paradojas de la Vida.....).
Y pensar que sólo estuvo 10 días con su familia en casa mi pequeño....
El 1 de agosto vinieron la médica y la enfermera a verlo, y considerando la situación, nos dijeron que lo lleváramos al Hospital por la tarde para ponerle una sonda nasogástrica. Fue la última vez que ví consciente a Nicolás, y ese último beso antes de que su otra mami lo llevase al Hospital, lo tengo grabado a fuego en mi alma....Lo que iba a ser un simple protocolo médico, se convirtió en nuestra peor pesadilla....esa noche descubrieron que nuestro bebé tenía una malformación congénita en el paladar, la cual no habían descubierto durante el ingreso, y debían operarlo al día siguiente urgentemente, una operación muy arriesgada, pero necesaria para su vida....
Esa semana fue la peor de mi vida, el martes 2 de agosto lo operaron y pasó a la UCI pediátrica. Mi pareja y yo nos turnábamos para ir a verlo, una por la mañana y otra por la tarde (una hora cada vez). Yo, como madre, sentía que mi niño se me iba, que las cosas no habían salido bien, pero no lo comentaba con nadie, y quería pensar que eran miedos "normales" en esa grave situación.....

La tarde del 5 de agosto me tocó a mí ir a verlo. No me dejaron pasar, alegando que le estaban haciendo "unas cosillas" (realmente lo estaban reanimando, cosa de la que nos enteramos después). Me sentí fatal, pues pensaba que no iba a poder pasar la hora completa con él, y algo en mi interior me decía que esa tarde me quedase allí, que no volviese a casa....pero no hice caso a mi intuición, y me pesará toda la vida.....

Volví a casa y a las 22 30 horas se produjo la fatal llamada desde el Hospital: Nicolás había entrado en parada, y no había nada que hacer. Lo que tanto temía, estaba pasando, mi niño "se fue" sólo, no pudimos estar con él en sus últimos momentos, cuando llegamos al Hospital ya se había marchado del mundo....pudimos despedirnos de él, y en esos momentos se paró el tiempo... estaba precioso, dormidito para siempre, mi pequeño Nicolás.....mi niño de las estrellas....

Luego todo fue oscuridad, dolor, impotencia, frustración, culpabilidad, esa sensación de fracaso cuando salíamos del hospital, sin él.....han pasado 9 años, y aún duele, demasiado, pero debemos aprender a vivir con este dolor. Él está presente en nuestras vidas, hablamos de él, en casa tenemos su pequeño rinconcito, con sus fotos, una cajita de recuerdos con sus cositas, y no hay día que no pensemos en Nicolás. Por supuesto, que te preguntas ¿por qué? y no hay ni habrá nunca una respuesta para esta pregunta.....mientras debemos agradecer a Estrellita Fugaz 💫 que se marchara tan pronto para dejar paso a sus 3 hermanit@s, y a Nicolás 👼🏻por dejar que sus 2 melliz@s 👧🏻🧒🏻siguieran aquí con nosotr@s, y por habernos enviado a nuestro bebé arcoíris 🌈 👶🏼 hace 7 meses, y por supuesto a la Vida por permitirnos tener a nuestro niño Nicolás 7 meses en mi barriga y 3 meses fuera, aunque fuera en esas circunstancias. 

Mónica, mamá de Nicolás, de Estrellita Fugaz, y de 5 hij@s más aquí en la Tierra.






En octubre de 2015 mi madre nos dijo a mi hermano y a mí que estaba embarazada.
Nos pusimos muy contentos, queríamos enseñarle tantas cosas al nuevo miembro de la familia.

A medida que pasaba el tiempo nuestra hermanita iba creciendo, pasó el cumple de Juanma, Navidad, Día de Reyes... y llegó febrero.

Tras saber el fallecimiento de mi hermana hicimos un libro para ella y hoy sigue estando en el salón junto a sus cenizas. Esto para mí es como saber que todos los días me dice hola cuando llego del instituto y entro en casa.

Cada 11 de febrero no es un día cualquiera, es un día en el que la recordamos y esté o no esté aquí con su familia, siempre será mi hermana y llevará los mismos apellidos que yo.

Aunque ella no esté aquí gracias a Dios tengo un hermano que, aunque es un poco inquieto, lo quiero mucho y me siento muy feliz de tenerlo a mi lado. Sinceramente, no me imagino qué estaría haciendo con mi hermana ahora mismo, si ver la tele o jugar a algo. Pero aquí estoy escribiendo sobre ella para la asociación. 

El tener una hermanita en el cielo me ha hecho ver que sí Hay un lugar y personas con las que compartir esta misma experiencia que he vivido yo.

Vega ✨🤍






Querido Mateo:

Ya ha pasado un año, el tiempo vuela. Al principio parecía que me quedaba en el camino, pero aprendí a recordarte desde otro plano.

Viniste regalando generosidad y vida en tus 40 gramitos y 9,8 centímetros, por tantos que recibieron la oportunidad que a ti no te dieron y por el hueco que le dejaste a tu hermana arcoíris: Victoria, que nos mandaste para hacernos el camino más llevadero. Ella es la nuestra de carne y hueso, pero te prometo que tú tendrás la tuya, antes o después, de una forma u otra, cueste lo que cueste, porque un sacrificio tan grande en un cuerpo tan pequeño no merece menos por nuestra parte.

Te queremos... y te honraremos siempre.