Hace unos 7 años, un grupo de amigas, junto a nuestros hijos, comenzamos a reunirnos para hacer las galletas y casas de jengibre típicas de los paises del norte de europa en estas fechas.
Con el tiempo, el grupo ha ido creciendo, año tras año la tradición se ha ido asentando y por muy ocupadas que estemos, siempre reservamos un día para este momento tan especial para nosotras. Un momento para cocinar pero también para hacernos confidencias, reir junto a nuestros hijos y celebrar la Navidad como la familia del corazón que somos.
Los niños participan, entre juegos y risas, amasando y dando forma a las galletas. Las mamás nos ocupamos de preparar las paredes, chimeneas y tejados que hacen falta para elaborar las casitas de galleta que , finalmente yo nunca llego a terminar porque alguno de mis hijos se come alguna fachada. Pero disfrutamos mucho de la actividad y, como no de las galletas, que están buenísmas.
Os preguntaréis que cómo es que nos dió por hacer estas galletas y no roscos de vino o cualquier otra receta de la gastronomia española. Pues bien, nuestra compañera Sofia es Finlandesa y allí es típico hacer estas galletas en Navidad. En mi tierra natal, Alemania, también se hacen las casitas y se comen diferentes dulces especiados , asi es que como suele decirse, nos juntamos el hambre con las ganas de comer.
Si os animais prepararlas la receta es la siguiente :
4 tazas de harina
1 cucharada de levadura en polvo
2 cucharaditas de jengibre molido
2 cucharaditas de canela molida
1/4 cucharadita de clavo molido
2 cucharaditas de cardamomo
1 taza de mantequilla a temperatura ambiente
1 taza de azúcar moreno
1 huevo grande
1/2 taza de miel de caña o melaza
Mezclamos la harina, jengibre, levadura, canela y clavo. Batimos la mantequilla, a temperatura ambiente, con el azúcar hasta que éste se disuelva completamente. Incorporamos la miel o melaza y el huevo, y finalmente incorporamos la mezcla de la harina con las especias. Tenemos que conseguir una mezcla lo más homogénea posible. Si se queda excesivamente pegajosa podemos incorporar algo más de harina hasta que quede más firme, pero no demasiada.
Reservar la masa en un lugar fresco o en nevera una noche.
Reservar la masa en un lugar fresco o en nevera una noche.
Para hacer las galletas se va sacando la masa por porciones de la nevera, para que no se ponga pegajosa al estar a temperatura ambiente. Para trabajarla hay que usar bastante harina y dejarla en láminas finas bien amasadas. Usamos moldes con formas variadas.
Para las paredes y techos de la casa se deben cortar rectángulos sencillos del tamaño que queramos. Hacen falta 2 rectangulos para el tejado, 2 para las paredes laterales ( con la mitad del tamaño de los del tejado ) y dos paredes acabadas en pico, como en las fotos . Tambien 4 cuadraditos pequeños para las chimeneas
Como veis, aunque un pelín laboriosa, se trata de una actividad muy bonita para realizar en familia. A los niños les encanta ayudar a prepararlas y mucho más comérselas
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