domingo, 21 de diciembre de 2014

El Solsticio de Invierno y la Navidad


El solsticio de invierno ( Diciembre en Hemisferio Norte, Junio en hemisferio Sur )  señala el día más breve y la noche más larga del año. A partir de ahora, los días serán cada vez más largos y la incidencia del sol sobre la tierra más intensa. 

  Desde tiempos ancestrales, muchas culturas han  celebrado de manera especial  este momento de renacimiento,  a partir del cual la luz del sol comienza a aumentar de nuevo. 

Para nosotros, quizás la fiesta más popular en estos días sea la Navidad, fecha en la que conmemoramos el nacimiento de Jesucristo, cuya fecha real de nacimiento se desconoce. De hecho, a lo largo de los siglos, esta fecha ha ido cambiando hasta que en el año 354 se trasladó al 25 de diciembre haciéndolo coincidir con el fin de las saturnales romanas, en las que en ese dia se celebraba el nacimiento del Sol Invicto ( Sol invencible ). Esta festividad, se celebraba entre el 17 y el 23 de diciembre y comenzaba con un sacrificio en el templo de Saturno ,  seguido de un banquete público al que estaba invitado todo el mundo. Eran días de diversión, fiestas desenfrenadas e intercambio de regalos.  Durante las fiestas, cesaba toda actividad, salvo la cocina, los ricos compartían con los pobres que llamaban a sus puertas  y los esclavos eran frecuentemente liberados de sus obligaciones y sus papeles, en algunos casos, cambiados con los de sus dueños. 



Pero estas celebraciones tienen un origen mucho más antiguo, casi tanto como nuestra especie. Los seres humanos,  hemos vivido siempre en estrecho contacto con la naturaleza siendo parte de ella misma. Hoy en día, debido al estilo de vida, estamos más alejados de ella, pero seguimos respondiendo a esos ciclos naturales y manteniendo tradiciones cuyos orígenes se remontan a los albores de la humanidad.

Imaginemos a nuestros antepasados prehistóricos, viviendo en chozas o cuevas. Su supervivencia en los meses de invierno dependía de lo que hubieran recolectado o cosechado en los meses cálidos. Por motivos de supervivencia, ya que la muerte de algún miembro de la tribu les perjudicaba a todos, quienes más tenían compartían con quienes tenían menos. La vida se desarrollaba en comunidad, alrededor de la hoguera que les proporcionaba calor, protección y  posibilidad de cocinar los alimentos. Poco a poco, esto se va transformando en celebraciones o ritos, siendo el fuego el representante del sol practicamente ausente en esos días. 



En el antiguo Egipto, aproximadamente en el 5000 ac, se celebraba el nacimiento de Horus, el Rey Sol exponiendo ante las multitudes una imagen sacada del santuario para representar la natividad de le Luz y de la Vida. 

Los persas y posteriormente también los romanos, celebraban el nacimiento de Mitra, divinidad que  había nacido de una madre virgen en una gruta sobre un pesebre. Nada más nacer  pastores y magos acudieron a adorarle recibiendo regalos, oro y esencias. Mitra era considerado un nexo de unión entre  Dios y la gente. Era un representante de Ahura Mazda en la Tierra. Obró milagros, fue perseguido, acabó siendo muerto y resucitó al tercer día. 



Entre los asirios se festejaba el nacimiento de Adonis un 25 de diciembre y en Babilonia el de Tammuz .  Los griegos festejaban ,también 25 de diciembre,   el nacimiento de Dionisio, gestado también por una virgen, la Magna Mater. 

En la misma fecha nace entre los nórdicos el dios Freyr, hijo de Odín y Friga. Freyr es el regente luz celestial en cuyo honor se encendían hogueras y se distribuían coronas de muérdago


En el hemisferio Sur, los pueblos indígenas ,como los aimaras, quechuas, rapanui y mapuches, agradecen por estas fechas el año anterior y piden padre Sol que retorne con mayor fuerza después de su retiro invernal.  Esta celebración allí se realiza en Junio, fecha de sus solsticio invernal. 


El solsticio de invierno chino se celebra con el Dong zhi, que literalmente significa "la llegada del invierno". Tiene sus orígenes la filosofía del Yin y Yan, del balance y armonía del cosmos. Después de la celebración, el 22 de diciembre, los días empezarán a ser más largos y aumentará el flujo de energía positiva. Se celebra con una suntuosa comida familiar, en la que se come, entre otras cosas, Tang Yuan, unas bolas dulces de arroz que simbolizan la unión familiar y la prosperidad


Los celtas,  intimamente ligados a la naturaleza y sus ritmos, celebraban el solsticio de invierno con la llamada festividad de Yule. En ella renace de nuevo el dios sol fruto de la unión entre la Diosa Madre y el dios Bel en Beltane. El  nuevo dios crecerá y se convertirá de nuevo en consorte de la diosa, para fecundar a la tierra, muriendo de nuevo en samahin, con el fin de la cosecha y volviendo a renacer en Yule. Se ponen así de manifiesto los ciclos de la naturaleza y su perfección ,  el equilibrio entre luz y oscuridad, mostrándonos que,  tras cada  final o muerte ,  siempre hay un nuevo comienzo. El invierno no es tristeza o muerte, sino el  preludio de la primavera, del florecimiento de la vida en la tierra. 



En Yule, los celtas , quemaban durante 12 horas,  un tronco grande, normalmente de pino o roble y guardado desde el Yule anterior. El druida encargado de dirigir el ritual, seleccionaba cuidadosamente el tronco comunicándose con los árboles , para pedirles permiso y saber cual era el adecuado para ser el leño de Yule. Una vez elegido, se le tallaban símbolos referentes al renacimiento, lo masculino y el sol . Una vez decorado, se procedía al ritual de quemarlo durante 12 horas y a esparcir sus cenizas para fertilizar la tierra. 



Acostumbraban también a adornar un árbol con cintas y guirnaldas, como símbolo de esperanza para los árboles que en invierno no tenían hojas. 



Esta festividad, al contrario que otras, estaba más dedicada a la meditación, sobre la oscuridad, la "muerte" y el renacer de la luz y la vida. También de análisis personal y espiritual, para renacer después de rectificar o eliminar lo que se considere oportuno de lo vivido durante el año. Esto es lo que simboliza la quema del leño. 

Para los druidas, el Yule, era también un momento importante a nivel de poder energético, ya que toda la energía del año anterior moría y renacía de nuevo, lista para ser aprovechada en diversos rituales para conseguir cosechas de calidad. 

¿ Qué actividades se pueden realizar en el Solsticio de Invierno  ? 

Los antiguos celtas adornaban las casa, tanto por dentro como por fuera,  con Hiedra, acebo y muérdago para proteger a los moradores de la misma y evitar visitas indeseadas.

Los colores empleados para los adornos eran el  rojo, como símbolo del nacimiento (por su asociación con la sangre del parto), y el verde, símbolo de la tierra, porque,  al empezar los días a ser más largos, era  cuando comenzaba a resurgir la vida en la tierra.

Las manzanas y las piñas eran otros elementos simbólicos utilizados para la ocasión,  representando  la vida después de la muerte y la fertilidad, respectivamente. 




Podemos en estas fechas reflexionar sobre lo negativo que no queremos en nuestras vidas y quemarlo. Así mismo, podemos pensar en los proyectos que queremos llevar a cabo, en lo queremos de positivo en nuestras vidas , escribirlo en un papel y sembrarlo junto a algunas semillas, maceta u arbol si tenemos el espacio para ello. 

En estas fechas es costumbre comer en familia el tradicional tronco de Yule , frutos secos, galletas de jengibre,  y beber vino caliente o té especiado con canela, jengibre, clavo. 

Son muchas las maneras de celebrar el Solsticio de Invierno, todas ellas tienen en común la celebración del renacimiento del sol y su importancia en los ciclos naturales. La vuelta a la vida tras el duro invierno y la esperanza de la luz tras la oscuridad.


¡ Feliz Solsticio ! 

Jasmin



Imagen Julia Jeffrey


Fuentes:

Esfinge
iniciados.org
20minutos.es
wikipedia


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